Capitulo 4

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A la mañana siguiente, ambas despertaron con un fuerte dolor de cabeza, echándose la culpa mutuamente por inducir a la otra a tomar. Antonieta preparó el desayuno, algo sencillo ya que no tenía muchas opciones porque Victoria no tenía casi nada en su refrigerador. Desayunaron entre chismes y rumores de la farándula ya que les gustaba mantenerse al día con lo que estaba pasando.

Mira aquí sale tu eterno enamorado, al parecer comenzará nueva novela

Pues que le vaya bien, - expresó algo seca

Que mala eres Vicky, y nunca pensaste en darle una oportunidad

No, aunque no puedo negar que el hombre tiene lo suyo

Y si eh, por eso tiene a sus fans tan locas,- rieron las dos

Mejor vámonos que se nos hace tarde, - alegó Victoria

Trabajaron el resto del día en los vestidos de Isadora, cada vez que Victoria los veía se quedaba con un mal sabor de boca. Trato de no pensar mucho en eso, se concentró en trabajar aunque no pudo evitar pensar en Heriberto y en cómo sería su vestido de novia si se hubiese casado con él. Se regañó a sí misma por pensar en él, e hizo algo de lo que quizás se arrepentirá después, tomó su celular y mandó un mensaje a Osvaldo Rodriguez, su eterno enamorado.

V { Te invito a cenar esta noche }

O { Acepto encantado }

V {Pasa por mi a las 8, nos vemos}

O {Nos vemos, * wink face*}

Victoria dejó su teléfono al lado y prosiguió trabajando, el tiempo se le fue volando, cuando se dio cuenta eran las seis de la tarde. Tomó sus cosas corriendo para si salir como loca para su depa, llego en tiempo récord y fue directo al baño. Después de unos largos minutos, salió del baño directo a arreglarse, decidió por un maquillaje suave casi natural.

Cuando estuvo maquillada, Victoria se vistió más hermosa de lo que era y lo acompañó con unos tacones que la hacían ver como una diosa. Puso lo que necesitaba en una cartera pequeña que hacía juego con su ropa. Justo cuando terminó de prepararse sonó el timbre de su departamento, por lo que fue a abrir la puerta. Cuando así lo hizo, Osvaldo la recibió con un hermoso ramo de rosas el cual le entregó en cuanto la vio.

Gracias están hermosas, - las olio y las puso en agua

No tan hermosas como tu, - le beso la mano

Gracias, nos vamos,- le dijo algo nerviosa

Si claro, después de ti, - le hizo señal para que pasara ella primero

Gracias, - le dio una media sonrisa

Osvaldo la llevó a un restaurante que a leguas se veía que era de lujo, Victoria ni se inmuto ya que siempre iba a esos lugares. Al entrar Osvaldo dijo que tenía reservación por lo que los sentaron rápidamente, la mesa estaba a un costado para tener más privacidad. Victoria observó los alrededores por unos minutos, el lugar era bastante acogedor y tenía presencia al parecer Osvaldo tenía buen gusto.

El mesero llegó rápidamente, se presentó para luego tomarle la orden de las bebidas las cuales llegaron en cuestión de minutos. Comenzaron a platicar mientras disfrutaban de sus bebidas, a Victoria le aburría un poco Osvaldo pero había decidido pasarla bien por lo que intento hacerle caso y seguirle la conversación.

En otra de las mesas, un par de ojos enojados no dejaban de ver como Victoria reía con aquel hombre, la furia aumentaba en él a medida que pasaba el tiempo. Intentó enfocarse en la conversación de su acompañante pero no pudo, aquella mujer que estaba a varias mesas de distancia ocupaba toda su atención. Así pasaron varios minutos hasta que la vio levantarse, por lo que él también lo hizo y la siguió. La vio entrar al baño por lo que decidió esperarla, necesitaba aclarar sus dudas o explotaría.Cuando Victoria salió del baño, Heriberto la tomó del brazo para así incrustarla contra la pared, se quedaron mirándose por varios minutos solo escuchando sus respiraciones.

Qué te pasa Heriberto, suéltame por favor

Te soltaré solo hasta que me digas quien es ese tipejo, - le espetó enojado

Eso a ti no te importa, es mi vida y salgo con quien quiera

Entonces no te molestara que haga esto, - y sin más la beso

Era un beso lleno de furia como si con eso la estuviera castigando, Victoria forcejeo un poco pero al pasar los segundos le devolvió el beso con la misma intensidad. Estuvieron así hasta que ambos necesitaron aire, mas él no la soltó aun.

Imbécil como te atreves a besarme, - Victoria le dio una cachetada

Tu eres mía Victoria, - se quedaron en silencio

Hace mucho tiempo deje de ser tuya Heriberto, ahora suéltame

Jamas dejaras de ser mía, ahora dime quien es el

Si tanto quieres saberlo te lo diré, es el hombre que esta noche dormirá en mi cama y me hara gritar de placer, contento, - Heriberto sintió como su rabia aumentaba

Eso sí yo lo permito, - espetó enojado

Y qué piensas hacer, secuestrarme, - le dijo con sarcasmo

Que conste que tu lo pediste, - la cargó sobre su hombro y salieron de ahí por la puerta de atrás no sin antes pagar la cuenta de su mesa, ella iba gritando y pataleando

Si sigues gritando así todos se van a enterar, y estarás en todas las revistas mañana, ella lo pensó y sin mas se quedo tranquila


Heriberto montó a Victoria en su coche para luego irse de ahí picando cauchos. La llevo al hotel que quedaba cerca de la universidad, ese que usaban cuando querían estar a solas. Rento el mismo cuarto que rentaban y sin darle tiempo a Victoria de protestar tomaron camino al cuarto. 

Victoria quería salir corriendo de ahí, pero él la tenía tomada de la mano haciendo imposible que se escapara. Heriberto por su lado se preguntaba si está haciendo bien llevándola a ese lugar que está tan lleno de recuerdos de ellos, pero cuando supo que Victoria podría estar con otro, su lado celoso tomó cargo y sin darse cuenta terminó manejando hasta ahí. 

Corazón ValienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora