~Introducción~

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El joven de dos coletas rozó con la yema de su índice su nariz, mientras se pierde levemente en un hermoso recuerdo:

"Y justamente por esa actitud tan cálida, tan característicamente tuya, es que terminé marcando una parte de mi cuerpo para el resto de mi vida, en conmemoración a ti. No sé si tu lo recuerdes, mas yo lo tengo grabado no solo en mi memoria sino ahora también en mi piel.


Ese día en que, con tus pequeñas y suaves manos, colocaste esa bandita adhesiva en el raspón de mi nariz y sin saberlo, marcaste una parte de mi cerebro por el resto de mi vida.


Pues hasta ese momento no sabía como se sentía ser amado, o al menos ser tenido en cuenta. Era invisible para nuestros padres y solo cuando necesitaban mi ayuda me dirigían unos cuantos diálogos, lo justo y necesario, o lo que ellos consideraban así.


Aunque mi madre si me abrazaba mucho, pero solo cuando papá no la veía. La extraño. Y ahora también te extraño a tí, pequeño hermano."

~DisfrutoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora