CAPITULO 3

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HARVEY

— ¿Qué es pero que una resaca? Tener un malito insomnio.—

eran las tres de la mañana y no podía dormir ni por más que intentara hacerlo, decidí levantarme y ponerme un pijama para acercarme a la ventana para sentir el aire frio de la madrugada mientras me asomaba al pequeño balcón que tenía mi cuarto.

Saque un cigarrillo y empecé a fumarlo mientras me perdía en la oscuridad de la madrugada hasta que vi una luz en el fondo de la calle estaba alejada como unas 5 casas de la nuestra parecían ser que una persona estaba ahí con algo en las manos, no alcance a ver que era precisamente, pero era una figura masculina sin duda,

— de pronto me dio por salir a correr. —

No será que quieres ver que carajos pasa en esa habitación como te gusta involucrarte en asusto que no son de tu incumbencia.

—Maldita conciencia— murmuraba mientras veía nuevamente la ventana, pero ya no había rastro de que alguien estuviera ahí así que decidí entrar nuevamente y quitarme el pijama y verme en el espejo, estaba únicamente en boxers as que podía ver mis abdominales bastante definidos, mi pecho y mis brazos bastante definidos y tonificados y no mentiré me di media vuelta para observar cómo se vería mi trasero y efectivamente estaba bastante bien, en pocas palabras si podría ser un dios griego.

Unas cuantas horas más tarde me levantaría para darme una ducha, luego de 20 minutos de ducharme y rasurarme me vería en el espejo y observaría mi pelo, era una combinación entre café oscuro y rojizo, al darme la luz del sol puede verse como rojizo, pero normalmente parece café, pero no era gran cosa, mis ojos eran cafés claros mis labios no eran muy grandes, pero tampoco parecían de muñeca, podría decir que eran perfectos, no lo decía solo yo varias chicas lo decían.

Estoy seguro que si me vistiera de dios griego en Halloween muchos padres prohibirían que sus hijas salieran después de verme rondar por las calles.

Luego aplicaría una crema especial para mis 2 tatuajes de los cuales Mickey solo conocía uno.

En mi brazo izquierdo era un dragón formando un circulo boca mordía su cola aparentemente y tenía su cuerpo parecía que estaba formado por rombos, en mi espalda era el rostro de un león que soltaba un rugido y en el ojo derecho tenía una cicatriz.

Luego de buscar en mi closet unos jeans azul oscuro una camisa blanca y mi chaqueta de jeans azul bajaría hasta el comedor viendo que Michael y mi madre estaban desayunando un desayuno completo, yo por el contrario solo tomaría algo de cereal y leche luego los serviría en un tazón y empezaría a devorarlos mientras mi madre y Michael hablaban sobre algo a lo que no tome importancia.

—¡Buenos días familia!!! — levantaría mi cabeza para ver como mi padre se acercaba con una sonrisa bastante amplia con un periódico en su mano y una taza de café en la otra.

su pelo era negro tornándose gris en los lados, portaba un traje azul marino a la medida mientras mi madre se levantaba y lo saludaba con un beso, yo como siempre me resigne a saludarlo con la cabeza como era costumbre mientras removía el pelo de Michael.

—bueno, no es por ser descortés pero ya tenemos que irnos. —

vería a Michael el cual se levantaba mientras se despedía de mis padres para ir a cepillarse mientras yo salía a calentar el motor de mi auto, luego de haberme cepillado y de esperar 10 minutos más por fin saldría Mickey algo apresurado mientras conducía como siempre lo hacía, Mickey se aferraba al sillón con fuerza y de vez en cuando cerraba sus ojos.

!!!!!!!HARVEY!!!!!!! —gritaría Mickey mientras pasaba a un lado de un auto en frente el cual no se movería y de paso saltarme un semáforo en rojo.

—tranquilo hermanito, porque te alteras tanto.
lo miraría fijamente mientras él seguía con un pánico el cual solo me hacía reírme más, cabe aclarar que soy muy fanático de la saga de rápidos y furiosos.

luego de manejar como dominic toretto llegaríamos al instituto donde Aiden junto con Donna mis dos mejores amigos esperaban recostados sobre el auto de Aiden

—ya era hora— diría Aiden que vestida con una camisa negra jeans ajustados y una sudadera con cierre en medio y Donna solo pondría los ojos en blanco, traía unos jeans ajustados que se acoplaban perfectamente a su figura, un jersey ajustado y un bolso su pelo café claro brillaba más con los rayos del sol mañanero y sus ojos cafés claros brillaban igualmente.

bueno que les parece si entramos de una vez, si seguimos aquí nos suspenderán y la verdad estoy harto de tener que estar en ese salón rodeado de idiotas— diría poniendo seguro a mi auto y asegurándome que tenga alarma puesta.

Porque te preocupas tanto por ese auto dudo mucho qué alguien te lo quiera quitar diría Donna usando su sarcasmo mientras yo la fulminaría con la vista.

te recuerdo que este auto lo cuido porque es importante para mi Donna

—¡LO SABEMOS!!! — vería como lo decían a coro los tres mientras yo les sacaba el dedo corazón, caminaban felices por el pasillo mientras yo los veía alejarse.

—otro fabuloso día en la cárcel—diría con un tono sarcástico.

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