MACKENZIE
*Flashback*
Estaba ansiosa por el primer día de clases, aunque, Elena, mi madre tenía una opinión diferente
- ¡Tranquila, mamá! ¡Estaré bien!
- ¿Segura, Mack? , porque si quieres podemos regresar mañana
- ¡Mamá estoy bien, no te preocupes! - Lo cierto era que estaba nerviosa pero tarde o temprano tenía que afrontarlo.
Faltaban algunos minutos para que la clase inicie, me dirigí a un asiento que estaba junto a la ventana y suspiré resignándome a ya no tener tardes libres y dormir hasta la hora que se me placiera. Eché un vistazo a la ventana y comprobé que la puerta de la escuela se estaba cerrando, me llamó la atención los gritos provenientes del otro lado de la calle, una niña de cabello castaño se acercaba corriendo con su madre para poder alcanzar al portero, una despedida rápida y la niña entró precipitada en el edificio llegando hasta mi clase, todos los asientos estaban ocupados por los demás niños que la miraban con impresión al ver que entró corriendo, como si un pitbull que la quería atacar la hubiese seguido hasta allí.
Pude ver a la niña del cabello castaño acercarse a mi , con paso firme y seguro, marcándose en su rostro una sonrisa.
- Hola... me llamo Ana ¿pue...do sentarme aquí? - Me preguntó con voz entrecortada por el cansancio que le había producido su retraso.
- Sí, me llamo Mackenzie pero me puedes decir Mack.
- Mack! Me gusta tu nombre, mi mamá me suele decir que se puede conocer a las personas por su nombre, a mí me pusieron Ana por mi abuela, ella murió antes de que yo naciera.
-¿Qué me dices del tuyo?
- Bueno, mi madre decidió escoger uno de origen Irlandés que según mi madre significa "fuego nacido", no tengo la menor idea de lo que es pero me gusta.
***
Entre risas y bromas terminamos por ser mejores amigas.
Ana era impredecible con sus enamoramientos, pero si le gustaba alguien tenía unos mágicos dones para que él se enamorara de ella también. Eso era lo que más me impresionaba de ella, la manera de saber cómo actuar o que decir en el momento propicio.
Todo estaba bien en nuestra amistad hasta que sus padres decidieron separarse por "asuntos de adultos", bueno... eso fue lo que le dijeron a Ana, no sufrió mucho ya que prefería verlos separados a ver sus discusiones frecuentemente en su casa por cosas sin importancia.
Al cabo de la mitad de la secundaria su padre ya tenía una nueva esposa que por cierto no le agradaba del todo.
Éramos inseparables nos contábamos todo, alegrías, tristezas y a pesar de las diferencias que teníamos como ser demasiado enamoradiza y siempre estar tonteando con los chicos, sabíamos que nuestra amistad duraría para siempre tanto que imaginábamos que nuestras bodas tenían que ser el mismo día, su casa junto a la mía, entre otras cosas que hacían que el tiempo con Ani pasara demasiado rápido.
Para las dos todo marchaba de maravilla, hasta que a Roci, la mamá de Ani, le ofrecieron un mejor trabajo en Madrid; no podía desaprovechar esa oportunidad, que probablemente nunca regresaría, además no tenía otra opción ya que el divorcio trajo consigo algunas deudas.
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¿Dos de Tres?
Ficção AdolescenteTres adolescentes, dos enamorados y una que forma mal tercio.