Dante
Jamás he sonreído tanto en mi vida, pero como no hacerlo cuando la chica que tanto quieres ha aceptado ser tu novia.
Tenía planeado esto desde hace tiempo, porque con ella tengo que planear hasta el mínimo detalle, sabía que había una probabilidad de que me rechazará, pero no podía quedarme con el hubiera.Mi stellina al fin era mayor de edad, y eso traía consigo muchas cosas positivas, como por ejemplo que esos miserables no se acerquen más a ella, o que a partir de ahora sea mi novia.
Cada cosa que le dije es lo que estuve guardando todo este tiempo, y no me cansaría la vida para explicarle lo que significa para mí y la forma en que transforma mi vida.Ahora mismo nos encontramos sentados junto a mis hermanos que fueron mis cómplices.
Al fin puedo decir, que Andrea es mi novia, mi chica y mi compañera de aventuras.-¿Ustedes sabían?-le pregunta a mis hermanos y estos sonríen cómplices.
-Tal vez, cuñada.-le dice Donato encogiendose de hombros.
-Cariño, acompáñame que quiero presentarte a alguien.-le pido levantándome de la silla para después pasarle mi mano y así ayudarla a levantarse, ella lo acepta y comenzamos a caminar con nuestras manos entrelazadas hacia mi mejor amigo, Andriano. Ya lo había visto cuando llego hace unas semanas, pero todavía no había tenido la oportunidad de presentarle a la mujer que me trae loco.
-Buenas noches, amigo.-le saludo cuando llegamos a su lado.
-Buenas noches.-saluda mientras observa a mi novia con curiosidad, siempre hablo de ella por lo que sabe quién es, pero no la conocia en persona.
-Andrea, mi novia. Cariño, el es mi amigo, Andriano.-los presento.
-Mucho gusto.-saluda mi ángel mientras se acerca más a mi, y es que no le gusta tener mucho contacto con personas desconocidas.
-El gustó es mío, al fin conozco a la mujer que atrapó a este semejante hombre.-dice con sinceridad.
-Andriano.-digo entre dientes.
-No digo nada que no sea cierto, eres un excelente hombre, y se que ambos se merecen mutuamente.-asegura.
-Gracias.-le dice mi stellina un poco más confiada.
Después, de hablar un rato nos volvimos a sentar para cenar, habían algunas personas, amigos más que nada. Me enoja que Alessandro, no se haya reportado, le envié mensajes para que viniera, e incluso le envié la invitación de la fiesta sorpresa que le tenía preparado, pero él nunca se comunicó, y se que eso afecta mucho a mi hermosa novia.
-Puedes hacerlo.-le aliento al verla como observa el plato que está delante suyo, se que es difícil comer sabiendo que puede tener una crisis, pero aquí estoy, y ella lo sabe muy bien.
-Lo sé, llevo tres semanas sin hacerlo.-dice feliz de sus progreso y ni se imagina como estoy yo al verla con ganas de superarse.
-Y seguirás así, eres muy fuerte y se que lo que te propongas lo lograrás.-le digo.-Ahora come, ángel.-le pido.
-No puedo creer que al fin eres mi cuñada.-le dice una emocionada Pia, y tanto Donato como yo rodamos los ojos con exasperación, es una romántica de primera.
-Yo tampoco.-dice Andrea mirándome con esos preciosos ojos.-¿No es un sueño?-pregunta en un susurro.
-No lo es, y te lo demostrare todos los días hasta que lo creas.-le digo admirandola como tanto me gusta.
-Pero es que se tardaron mucho, si hasta el más tonto veía la tensión a kilómetros de distancia.-dice mi hermano burlista.
-Donato.-advierto para que no siga.
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Amor sincero.
RomanceElla sintiéndose tan poca cosa y solo deseando extinguirse de este cruel mundo. Él observando cada mañana a esa belleza que se esconde detrás de sus ropas holgada. Andrea Lombardi y Dante Ferrara dos almas puras que han sentido en carne propia el d...