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A sus nueve años debería de tener una vida común y corriente como cualquier niña de su edad.
Pero no.
No hablaba con nadie y solo se la pasaba observando a todos cosa que ponía incómodos a sus compañeros de clases, incluso a sus profesores. Pero a Ririka no le importaba
- ...Ya no respira - Miró sin ganas al pequeño pájaro que estaba delante suyo,esta vez ella no había hecho nada,el pobre había caído del nido y se había roto el cuello al caer desde una gran altura
Se sentó en el suelo y agarró al pajarito con su mano para empezar a observarlo,era pequeño y por la caída que había tenido salía un poco de sangre.
- Me Preguntó...¿Cómo se ve el interior de un pájaro? - Se Preguntó a si misma - Quiero verlo
Y entonces lo hizo.
Con sumo cuidado agarró el pico del ave con sus dedos para posteriormente empezar a doblar el cuello del animalito una y otra vez,cada vez más fuerte y rápida que la anterior hasta que decidió arrancarle la cabeza una que sintió que su cuello se puso bastante rígido.
La sangre cayó por sus manos pero Ririka ni se inmutó,como siempre no podía sentir ningún tipo de arrepentimiento por lo que hacía y eso no le importaba en lo más mínimo
- Vaya..con que así es - Miró detalladamente el interior del animal,sangre,carne y entre otras cosas. Queriendo ver más apretó el cuerpo del pájaro causando que salga más sangre
Tenía que agradecer que estaba en un lugar apartado dónde ninguno de esos simios que tenía de compañeros venía a molestar
O eso creía
- !Hola¡
Miró hacía arriba encontrándose con unos ojos dorados de mirar inocente
- ...¿Quien eres? - Preguntó Ririka sin importarle si la rubia veía lo que había hecho
- Soy Mary Saotome - Ririka Levantó una ceja al ver..la actitud tan energética de la niña de cabello rubio - ¿Oh?..¿Que les pasó a tus manos? - Pregunta la niña al ver el líquido rojo en las manos de la Albina - ¿Y también que tienes en ellas?
