feel special

sweet love; hyunmin

— ¡Hyunjin!— grité corriendo hacia él, abrazándome a su espalda.— Lo siento, mi madre no me dejaba irme sin terminar las tareas.

Hyunjin tan solo asintió, tomando mis manos entre las suyas para entrelazarlas. Llevaba guantes, por lo que empezó a calentar mis manos frías con caricias.

— No te preocupes, ¿a dónde quieres ir hoy?— cuestionó, dándose la vuelta entre mis brazos, pasándome los brazos por la cintura para abrazarme de vuelta.

— ¿Podemos solamente ir a tu casa o al prado a hacer nada? Solo quiero pasar tiempo contigo, sin gente agobiando alrededor.

— Hace frío, así que mejor vamos a casa.

[...]

— Papá ya está en casa.— dijo nada más entrar. Kkami, su gato, saltó hacia él. Hyunjin lo abrazó, acariciándole el pelaje mientras yo me acercaba a saludarle.

— ¿Cómo ha estado mi pequeñín en todo este tiempo? Te he echado de menos.

— Él también te ha echado de menos, pero como ya no visitas...

— La dura vida del estudiante de bachillerato, Hwang. No todos estudiamos el día antes y nos da igual.

Hyunjin solamente río, dejando el gato en el suelo para tomarme la mano y dirigirnos hacia su habitación. Nada más entrar me tiré sobre su cama, respirando su aroma por la manta.

— ¿Quieres jugar a las cartas? He comprado una baraja para cuando se te olvida traer la tuya.

— ¿Has comprado una baraja solo porque a mí me gusta?— murmuré, levantándome de la cama y viendo como rebuscaba en el escritorio.

Estaba enamorado de ese hombre.

Me acerqué a él, dándole unos golpecitos en la espalda para que se girase.

— Hyunjin.

— ¿Sí?

— Dame un beso.

A pesar de la mirada extraña en su rostro, se agachó para poder unir sus labios a los míos con suavidad, llevando sus manos a mi espalda mientras que las mías volaban a sus hombros.

— ¿Así?

Entreabrí los ojos tan pronto como se alejó, negando con la cabeza para darle sucesivos besos cortos mientras él sonreía.

Nunca iba a tener suficiente de él, y menos si me acariciaba la espalda de arriba a abajo con tanta suavidad, como si me fuera a romper bajo su tacto.

— Alguien está muy cariñoso hoy, ¿no? Todavía no has hecho ninguna referencia hacia la muerte.

— Eso es porque tengo planeado matarte y dejarte debajo de la cama, ¡qué poca mente criminal tienes!

Ambos reímos, separándonos para ir de vuelta a la cama. Ahí nos sentamos en pose de indio, empezando a barajear las cartas para después dividir la baraja en dos y empezar.

— ¡Yin!— grité nada más ver que había dos coincidiendo. Hyunjin tiró las cartas, mezclándolas con las que estaban antes.

— Ups.

— ¡HYUNJIN! Mal perdedor...— grité, intentando volver a colocarlo todo como estaba antes.

— Ya me he cansado de las cartas, ¿por qué no mejor vemos una película?

— ¿Para pasar más tiempo eligiendo la película que viéndola?

— Esta vez te dejaré elegir a tí.