Hoy no sé como describilo,
como expresarlo ni como decirlo,
solo soy capaz de notarlo y sentirlo.
Llegaste sin que yo te busque,
quizás por pura casualidad, o cosas del destino que nunca voy a entender,
te veía con indeferencia, como si fueras poca cosa,
pero no pude evitar notar esa sonrisa,
casi tan brillante como vos.
De a poco fui dejandote entrar, o capaz entraste pateando la puerta,
sea como sea yo quería que estuvieras conmigo sin entender el por qué,
me sentía acompañado sin la necesidad de tenerte al lado,
volví a sentir, sentía mi corazón latir de nuevo.
Son tantas cosas que tengo en la cabeza cuando te pienso y tan pocas las palabras que tengo para soltarlo,
me siento un cursi estúpido ahora mismo,
pero creo que mereces eso de mi.
Sos capaz de cambiar mis días,
de hacerme sentir bien,
de aclarar mis ideas,
de poner una sonrisa cuando me miras,
de acelerarme el corazón,
de romperme el caparazón,
de hacerme sentir vivo,
de ser mejor de lo que soy.
Claramente no puedo sacarte de mi cabeza,
si no, no estaría escribiendo esto
son 7 AM y solo puedo imaginarte riendote,
o simplemente agarrando mi mano como si no quisieras que me fuera.
Le das color a la vida,
le das sentido a todo,
sos un pedacito de sol que convive conmigo,
la octava maravilla del mundo,
sos vos.
