Quisiera usar este texto para explicarme,
darle un sentido a mi mundo abstracto,
entender su tacto y su impacto en mi realidad,
acostumbrarme al miedo de no poder olvidar.
Los ojos que supieron iluminar mi camino empezaron a encandilarme,
la mano que me guiaba empezó a soltarme,
la voz que me tranquilizaba comenzó a gritarme,
dejaron de ayudarme cuando vieron que debían esforzarse.
Cometí el error de besar tus recuerdos,
de abrazar las cicatrices que me dejaste,
de amar el dolor que me causabas,
de odiar tu amor para convencerme de que no lo necesitaba.
Todo esto porque no supe ver que no querías estar conmigo,
no quería aceptar que no me necesitabas como yo lo hacía,
que era tu última opción al final del día.
Ví el vacío que había en tus ojos cuando me miraste,
mataste toda esperanza cuando ni me abrazaste,
había esperado años por eso y me lo negaste,
supongo que no fue tu culpa porque vos nunca lo necesitaste.
Tuve el descaro de quedarme con vos a pesar de todo,
te pensaba, te extrañaba, sabiendo que me estabas tomando del codo,
pero cada parte de mí te amaba de cualquier modo.
Me perdí,
me olvidé,
de mí,
de vos,
de nosotros,
de lo que te dí,
de lo que me debes,
de lo que te debo.
Me alejé de vos,
me acerqué a mí,
me culpaste y no lo entendí.
