──Dorian, maldito hijo de puta. ¡Dime de una vez que esta pensando Estriga! ──ordenó, mientras lo sujetaba por la nuca. El rostro del joven estaba con moretones, y raspones, el labio inferior estaba cortado gracias a los golpes que la peliblanca le había dado anteriormente por intentar escapar. ──Dime que piensa... Maldita sea. ──Le susurró detrás suya. El contrario soltaba jadeos al sentir la presión de la mano en su cuello. ──Deberias agradecerme por no haberte desnudado como a el imbécil de Hector, Dorian.
──Carmilla, ¿estas segura de que este humano sabe leer mentes? ──preguntó, Estriga con los brazos cruzados. Ignorando por completo el tormento del joven.
──Por supuesto que lo hace. Fui la única que estuvo presente en la sala del viejo. ──le contestó, sin soltar al joven. ──Drácula le había ordenado que hablara conmigo telepáticamente porque le dije que no creía un carajo el cuento del humano lee mentes.
──¡Suéltame...! ──exclamó, Dorian con el ceño fruncido y lagrimas en los ojos. El joven tenía las manos atadas, las ropas desgarradas y maltratadas.
──¿Estas llorando? ──preguntó con una ceja en alto, mientras que ahora lo toma de los hombros para verle a los ojos. ──Por favor, lo que faltaba. ──contestó. ──Y pensar que este fue la mano derecha de el poderoso Drácula.
──Él no hablará, ni dirá lo que pienso. ¿Qué harás?
──Tsk, no voy a perder mi tiempo con un puto maricon de mierda. ──agregó con el ceño fruncido mientras lo arrastraba fuera de la sala del castillo.
──¿A donde lo llevaras?
──¿A donde crees que lo llevaré? ──contestó sin detener sus paso.
Carmilla bajo al calabozo, allí metió a Dorian, lo observó con el ceño fruncido y los brazos cruzados por un momento. El joven Dorian se alejó de ella hasta quedar contra la pared del calabozo.
Dorian era el favorito de Drácula, lo había encontrado cuando tenía tan solo doce años. El humano era delgado, de ojos verdes y cabellos castaños. A los diecinueve años la muerte de su amo lo entristeció por lo que no tuvo fuerzas de combatir la lucha y llevarla hasta el final.
El don que poseía era la telepatía, por lo que podía hablar e informar lo ocurrido sin la necesidad de vocalizar a quien quisiera. Gracias a Dorian, Drácula pudo acabar con una gran parte de la raza humana y vampiros que planeaban acabar con él e intervenir en sus planes. El gran error que había cometido Drácula era enseñarle las capacidades que su servidor poseía a Carmilla.
──Maldito mocoso... ──sostuvo, Carmilla mientras se acercaba a él con pasos firmes. Una vez llegó a él, golpeo cerca del muchacho la pared. obligando a Dorian a cerrar sus ojos. ──Más te vale que mañana hagas algo, ya tengo suficientes cosas en mi puta cabeza como para estar lidiando contigo. ──los ojos del joven se abrieron nuevamente, sin embargo, evitaba hacer contacto visual con su captora.
──Mátame...
──¿Qué dices?
──Mátame, Carmilla... No diré nada, no te serviré.
──Mírame a los ojos cuando me hablas. ──tomó su mentón y lo obligó a que le mire. ──Repítelo.
──No te serviré, no serviré a mierdas como tu. ──contestó, el joven. El ceño de la vampiresa se frunció más y golpeo el abdomen de éste, logrando que el menor cayera al suelo y gimiera de dolor.
──Si no lo haces... Te torturaré toda la puta vida. ──dijo para luego agacharse y así poder estar a su altura. ──No te mataré, pero no tendrás descanso, sufrirás el resto de tu miserable vida, ¿y sabes qué? Drácula no podrá salvarte.
[---]
Luego de unas horas, un ente se hace presente del otro lado de las rejas de la prisión donde el joven se encontraba. Mientras lo veía en silencio una pequeña sonrisa se dibujo en su pálido rostro.
──Eres un niño tan hermoso. ──había dicho la femina. Dorian observa a la mujer por un momento y con dificultad se levanta del suelo. ──Tranquilo, no te haré daño, mi nombre es Lenore. ──el ceño fruncido del muchacho se hizo presente, sin embargo, Lenore rió por lo bajo al ver la reacción del castaño. ──Eres adorable cuando haces eso, ¿te lo han dicho?
──...No haré nada, no pierdas tu tiempo conmigo.
──Hector me contó cosas de ti... eres muy joven, seguro has visto cosas terribles.
──Sé que estas usando a Hector.
──¿Puedes comunicarte estando tan lejos de Hector?
──...No es necesario hablar con él para darse cuenta.
──Mientes ──al decir aquello, su rostro cambió a uno completamente serio, Dorian vió eso ──. Por cierto, piensas mucho lo que dirás, ¿por qué? ──el muchacho no respondió. ──...Carmilla te ha lastimado tanto, tu ropa está sucia, mira lo que tengo para tí.
──No lo quiero.
──Ella habla mucho de ti, creo que le gustas.
──...¿De qué hablas?
──Si, creo que le gustas, dice que no quiere lastimarte pero no le das muchas opciones.
──Mientes. Ella me odia, ella odia a todos.
──Claro que no, tontito. ──dijo mientras las puertas de la celda se abren, y se acercaba a él. ──Incluso con tus lesiones, eres mucho más hermoso de cerca, nunca vi a un humano de tu tipo. ──dijo mientras lo observaba detalladamente. Dorian evitaba hacer contacto visual con ella, se sentía incómodo ante su acercamiento. ──Tus heridas se infectaran si no son sanadas. ──advirtió para luego rozar con su dedo el labio cortado del humano, pero aquel apartó su rostro.
──No me toques...
──Tu no tienes derecho a dar ordenes aquí... ──contestó, mientras rosaba nuevamente el labio inferior del joven. ──Si quisiera, podría abusar de ti, aquí y ahora. ──dijo con una pequeña sonrisa. La mirada del joven choco con la suya sorprendido y extrañado al oír esas palabras. ──Morana pidió conocerte..., pero Estriga digo que no porque podría enamorarse de ti. Quizás tenga razón. ──sostuvo aún sin borrar esa pequeña y picara sonrisa de su pálido rostro. ──Tus ojos... Son esmeraldas hermosas, creo que yo también podría enamorarme de ti.
──Déjame en paz... ──pidió mientras sus ojos se cristalizaban. ──Por favor... ──la pequeña sonrisa que poseía la vampiresa se agrando un poco más al verlo reaccionar así.
──Que lindo.──contestó y salió de la celda. ──Ponte esa ropa, es una orden. ──dijo y se marchó.
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𝐃𝐨𝐫𝐢𝐚𝐧 / 𝐂𝐚𝐬𝐭𝐥𝐞𝐯𝐚𝐧𝐢𝐚 / 𝐂𝐚𝐫𝐦𝐢𝐥𝐥𝐚
FanfictionDorian se ve atrapado en una siniestra situación cuando es capturado por Carmilla, una vampira despiadada en busca de poder absoluto. La oportunidad de capturar a los fieles secuaces de Drácula, Dorian y Héctor, cae en manos de Carmilla tras la muer...