𝐔𝐧 𝐩𝐨𝐜𝐨 𝐝𝐞 𝐩𝐚𝐳 | ZhanCheng [HIATUS] -En edición-

『 𝟏𝟏 』

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La tarde era particularmente calurosa, las calles ruidosas y los puestos atestados de gente, sobre todo los puestos de comida, ya que venía siendo la hora del almuerzo.

Después de partir de la cueva ambos se encaminaron al pueblo más cercano que estaba solo a unas cuantas horas.

Fue una caminata tranquila y sin contratiempos, ninguno hizo ningún movimiento y se mantuvieron lo más alejado posible, llegaron a un pueblo que se encontraba a una distancia prudente a la región de Yunmeng; Jiang Cheng calcula que si no pierden el tiempo, en poco tiempo estarán en Lotus Pier y podrá sacarse al Jade de encima.

Jiang WanYin caminaba con rectitud y seguridad por la angosta calle, se concentraba en ver a los niños correr y a las mujeres canturriar entre sí, los carniceros rebanando la carne y los mercaderes tratando de vender su mercancía a como de lugar. A veces los envidiaba por la vida tan sencilla y tranquila que mantenían.

A diferencia de él que tiene que lidiar con locos como Lan WangJi y el fantasma de Wei WuXian.

Jiang Cheng iba caminando a la cabeza siendo consiente de que era seguido por un sigiloso Hanguang-Ju, miró por el rabillo de su ojo y lo vio ahí con su rostro sin emociones y con la misma mirada indescifrable de siempre. Su mirada estaba fija al frente y sus pasos estaban tratando de ponerse al corriendo con los de Jiang Cheng pero sin pegarse tanto. Apartó su mirada de él y también la fijo al frente para no tropezar.

Algunas personas parecían reconocerle, tal vez por la campana de claridad en su cintura o sus obvias túnicas moradas, por lo que apresuradamente le abrían paso, asustados, e intentando no meterse en su camino. Jiang Cheng suspiro sonoramente, él ya está acostumbrado a dicho trato, pero eso no quitaba el hecho de que fuera incómodo, en Yunmeng Jiang era diferente, de cierto modo su gente sí le quería y respetaba, ellos no le temían; Jiang Cheng podía hablar con los comerciantes y trabajadores sobre sus problemas, los niños no huían de él, encaminó lo perseguían a todas partes queriendo que los acompañara en algunos de sus juegos. Pero en cualquier lugar fuera de los límites de Yunmeng era odiado, temido y repudiados por todos.

Su discípulo principal y la actual líder del clan de su madre le recomendaron muchas veces tratar de limpiar su nombre, pero él se negó, de alguna forma era bueno que le conocieran como Sandu Shengshou o "el que asesino a su hermano", pues desde la perspectiva de Jiang Cheng era mejor ser temido que respetado. Así que siempre trata de restarle importancia al asunto, porque mientras que Jin Ling y su gente estén de su lado no hay nada más que importe.

Jiang Cheng detuvo su andar cuando no sintió la presencia de Lan WangJi en su espalda, cuando volteó este último estaba frente a un pequeño negocio de comida.

Jiang Cheng frunció un poco su entrecejo e hizo una mueca muy disimulada en su rostro. ― ¿Qué haces? Vamos, andando. ― Dando la vuelta para continuar, pero al no sentir que Lan WangJi se moviera de su puesto dio media vuelta para confrontarlo. ― Tenemos que seguir, Lan WangJi.

― No podremos continuar si no comemos algo. ― Respondió WangJi.

Jiang Cheng se posicionó al lado del Jade y lo fulmino con su mirada mientras era ignorado por este. ― Yo no tengo hambre.

― No comas entonces.

Dicho esto Lan WangJi entró al negocio dejando atrás a un alterado Jiang Cheng. Bastardo. Juró que le cortaré la cabeza pensó mientras entraba al mismo negocio. WangJi estaba en unas de las mesas del fondo y Jiang Cheng no tardó en acercarse, se sentó bruscamente en la silla frente al Lan sin querer quitarle la mirada indignada de encima.