00.A love story.

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Prólogo:Una historia de amor

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Prólogo:
Una historia de amor

Prólogo:Una historia de amor

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DEAN OCTAVIOUS CRECIÓ TODA SU VIDA ESPERANDO ENCONTRAR AL AMOR DE SU VIDA, Era algo que soñaba desde que tenía memoria

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DEAN OCTAVIOUS CRECIÓ TODA SU VIDA ESPERANDO ENCONTRAR AL AMOR DE SU VIDA, Era algo que soñaba desde que tenía memoria.
Cuando era pequeño su madre le contaba historias de príncipes y princesas que buscaban el mismo objetivo, y que al final lo encontraban viviendo un final feliz, obteniendo su "y vivieron felices para siempre". Mientras el niño crecía se preguntaba si alguien en el mundo era su alma gemela, esa persona que lo acompañaría el resto de su vida.

Pero, entre más le llegaban los años, más empezaba a creer que esa media naranja nunca iba a llegar. Y es que ser un adolescente y ver que tus amigos y amigas conseguían una pareja y vivían sus perfectas historias de amor, mientras que tu no estas ni cerca de tener un beso, es algo que te arruina las esperanzas.
Las personas más cercanas a él le repetían que no tenía que adelantarse, que era joven y tenía toda una vida por delante para encontrar el amor; pero eso no le ayudaba en nada.

Cuando Dean cumplió sus 18 años había renunciado completamente al amor. Su hermano Otto se burlaba de él por ser tan amargado con ese tema, incluso su papá le repetía lo ridículo que era al preocuparse por algo así, y su mamá solo le recordaba todos los días que había alguien afuera preparado para amarlo tanto como lo hacía ella.

Y así fue.

El día que el chico entró a la universidad, vio por primera vez a la mujer que según él, era la más hermosa del mundo.

Amber Mendes era una mujer de ojos claros, pelo color chocolate y una sonrisa que enamoraba hasta al más gruñón; parecía una princesa de los cuentos de hadas. Y esas mismas cualidades fueron las que le hicieron a Dean tan difícil el trabajo de conquistarla.

Todos los hombres del campus iban detrás de ella, intentaban enamorarla con las maneras más sencillas y aburridas que se les ocurrían, por eso Amber siempre rechazó a todo el que se le acercaba.

Gracias a las sugerencias de sus amigos, Dean decidió intentar enamorar a la chica de sus sueños, la invitó a un picnic en el parque favorito de ella, una tarde perfecta para los dos.
Y fue ese romanticismo el que enamoró a Amber, ese amor que el chico mostraba por todo lo que hacía.

Los dos se volvieron la pareja más envidiada de la universidad, eran los más felices, eran todo lo que uno podía soñar.

A los pocos años se casaron y se mudaron a la ciudad de Nueva York, los dos podían terminar de cumplir sus sueños en ese lugar.

Y justo cuando pensaban que nada podía ser mejor, llegó la noticia que Amber estaba embarazada de una hermosa niña.

La niña enamoró a Dean desde el segundo que lo miró con sus ojitos, desde el segundo que la tomó en sus brazos por primera vez. Nunca pensó en tener una hija tan temprano en su vida, él hubiera esperado a los 35, pero cuando tuvo a su pequeña frente a él, supo que era el momento perfecto.

Por unos años la familia Octavious-Mendes fue feliz, inmensamente feliz, hasta que la tragedia llegó sin poder impedirla.

Una mañana, como siempre, Amber salió a su trabajo y se preparaba para salvar vidas; pero nunca llegó a su lugar de trabajo.
El taxista iba en estado de embriaguez y no frenó cuando un camión pasó por su camino. El taxista, el conductor del camión, y Amber murieron esa mañana.
Dean tuvo la mala suerte de encontrarse a su esposa en el lugar del accidente. La vio sin vida, sin el brillo que transmitía todos los días.

Junto a su pequeña hija de siete años, se mudaron al hogar de su hermano y la esposa. Ellos les dieron el suficiente apoyo que necesitaban en ese momento.

Dean no salió de esa casa por meses, con el miedo de encontrar de nuevo a su esposa sin vida. Cuando tuvo la suficiente fuerza, trabajó para poder vivir con su hija, sólo los dos.
Al cumplir su objetivo, se mudó a una casa donde cabían su hija y él, nadie más.

Por el terror de pensar perder a su hija del mismo modo que Amber, no la dejaba salir de su casa sola, incluso, a veces no salía en toda la semana. Le contrató profesores para que no tuviera que ir hasta el colegio, y así fue como estudió por la mayoría de su infancia.

Pero Keila no era una niña boba, en realidad siempre fue muy inteligente, y cuando llegó el momento de entrar al bachillerato le pidió a su padre que la dejara ir a una escuela, de esas que veía en las películas.

Por mucho que Dean no quisiera, se dió cuenta que su hija de verdad quería estudiar afuera de su casa, por lo que le encontró una escuela para cursar su bachillerato. Le dejó miles de reglas para que ella se cuidara y le advirtió que si rompía una volvería al colegio en casa.

Keila demostró ser juiciosa y siguió al pie de la letra las reglas de su padre, logrando que él se ganara su confianza...

Pero todo se rompió el ver a su hija llorar por un chico, la encontró llorando en su cuarto por su mejor amigo.

Y se prometió no volver a encontrar a su hija llorando.

Se prometió alejarla de su mejor amigo.

Alejarla de Peter Parker.

Alejarla de Peter Parker

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As the world caves in ↡ Peter Parker 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora