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Todos sus hermanos ya tenían sus palabras en su piel, incluso los más pequeños y eso solo significaba que él era el único en toda su familia que no tenía pareja destinada. No le importaría si Perospero no lo estuviera molestando todo el tiempo, pero no, tenia que estar repitiendole lo mismo siempre.

-No te estreces Katakuri en algún momento aparecerán- dijo Oven en tono burlón.

-Cállate- gruño Katakuri.

-Quizá no ha nacido tu pareja destinada- hablo Compotte al ver a sus hermanos trillizos peleando.

-Pero Katakuri-Niichan tiene 16- dijo la pequeña Brulee de 5 años.

-Solo serán 16 años, no creo que esa sea la mayor diferencia de edad- dijo Daifuku.

-Los odio- gruño Katakuri.

-Por que tenemos que ocultar nuestras palabras?- pregunto Angel.

-Saben que a mamá no le gusta que hablemos de eso- dijo Compotte.

-Así es perorin- afirmó Perospero.

-Solo no las muestren- dijo Katakuri mientras acariciaba la cabeza de Cracker.

-Esta bien Niichan- dijeron los niños.

-Malditos mocosos- gruño Perospero al ser ignorado.

Horas después.

-Ahí esta el tonto que no tiene palabras- se burló un joven.

-Que les importa- gruño Katakuri.

-Jamás encontrarás a una chica que acepte a un monstruo como tu- dijo otro, lanzando una roca a Katakuri.

Katakuri solo los ignoro y siguió buscando a sus hermanos.

-Maldito- gruñeron los chicos que lo molestaban.

Habían pasado años y Katakuri se había vuelto celoso con sus hermanos, además había empezado a usar una bufanda desde que Brulee había sido dañada por su culpa, se había esforzado en ser más fuerte para protegerlos, su alma gemela nunca había aparecido en 29 años, así que ya había perdido la esperanza, seria ridículo que apareciera ahora ya que eso significaría que su alma gemela seria un niño y el un adulto, hasta podría ser su padre.

-Estas bien?- pregunto Oven al ver a Katakuri tan pensativo.

-Si- respondió Katakuri.

-Deja de preocuparte, algun dia aparecera- dijo Perospero.

-Si como no- murmuró entre dientes Katakuri.

-Auch- se quejó Perospero al sentir que Compotte lo pateaba por debajo de la mesa.

-Ya no me importa- dijo Katakuri.

-Hum... Katakuri-Niichan, que es eso?- pregunto Brulee señalando su muñeca izquierda.

Y era lo que jamás esperaría, ahí estaban sus palabras, "No toques a mis Nakamas", estaban escritas al rededor de su muñeca como una especie de brazalete, con letra un tanto tosca, como la escritura de un niño, eran blancas mostrando la inocencia de su alma gemela.

-Tu alma gemela recién nació perorin- dijo Perospero asombrado.

-Es un poco extraño que no sea un hola o algo que haría alguien común- dijo Cracker.

-Eres un asaltacunas- bromeó Daifuku.

Katakuri estaba sorprendido, había perdido las esperanzas de tener a alguien que lo ame, nadie fuera de su familia no le tenía terror, pero ahí estaban, las primeras palabras que le diría su alma gemela.

Almas gemelas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora