Almas gemelas

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Habían pasado algunos meses desde que Katakuri empezó a notar el rojo brillante de sus palabras, se preguntaba cual sería la razón para que su alma gemela estuviera tan furiosa, cada vez que aparecía el color rojo también lo hacía el ardor que detonaba la furia de la otra persona, lo que más consternaba a Katakuri era que siempre que aparecía el rojo también lo hacían el rosa y el azul, también noto que cuando aparecía el rojo el color blanco casi desaparecia, era como si se convirtiera en alguien desalmado y que no le importaba dañar a otros por personas que tenían su cariño algo que lo hacía sentir celoso.

-Otra ves estos novatos- dijo Compotte leyendo el periódico.

-Quienes?- pregunto Brulee.

-Los Mugiwara, han declarado la guerra al gobierno mundial por Nico Robin- dijo Compotte.

-Si que están dementes- dijo Smothie.

-Si- dijeron el resto.

-Pero no sobrevivirán al nuevo mundo, mamá los mataría de inmediato- dijo Flampe.

-Podrían ser una buena adquisición para la familia ya que tienen a Nico Robin- hablo Oven.

-Es cierto, pero también mamá puede matarlos a todos menos a la niña demonio perorin- dijo Perospero.

-Así es- dijo Daifuku.

-Por cierto Katakuri, que edad se supone que tendría tu destinada en este momento?- pregunto Cracker.

-17- dijo Katakuri mientras caminaba hacia la puerta de la habitación.

-Zarparas de nuevo?- pregunto Pudding.

-Si, mamá lo a ordenado- dijo Katakuri para después retirarse.

☆

Una semana había pasado desde que los colores de sus palabras se habían vuelto locos, estaba más que hastiado de que su muñeca ardiera por la furia de su alma gemela pero derrepente de un momento a otro ya no sintió nada del ardor solo sintió frío en el lugar donde estaban sus palabras, era como si pusiera hielo en su muñeca eso lo aterro de manera inexplicable.

-Me retiro- hablo Katakuri levantándose de su silla.

-Pasa algo?- pregunto Perospero.

-No- dijo Katakuri con seriedad.

En la privacidad de su habitación se quito la muñequera y vio como horror su muñeca, las letras estaban en un gris casi negro, la línea blanca era demasiado delgada que casi no se notaba, el café ocupaba una gran parte de sus letras junto con el gris.

-Que te paso?- se pregunto en su mente Katakuri.

Era como si lo que había ocurrido hacía tantos años volviera a repetirse en la vida de su alma gemela, de un momento a otro escucho una voz en su cabeza.

-"Es mi culpa... no pude salvarlos... es mi culpa... soy débil... soy débil... es mi culpa... es mi culpa.. Niichan... chicos... perdón... perdón... perdón... perdón"- Los sollozos lastimeros que escucho eran de su alma gemela, era un chico.

-Perdió a su hermano y sus amigos- dijo para si mismo Katakuri.

Katakuri no sabia como era que podía escuchar eso, no sabia si eran pensamientos o palabras de su alma gemela, pero si sabía que estaba sufriendo y que no era la primera vez que perdía a personas importantes para él.