我 METANOIA | BTS being protagonists

Corpse- alternativo

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UN PÁJARO EXTRAÑO COMIENZA A CANTAR.

Mi cuerpo comenzaba a balancearse de adelante hacia atrás en busca de un sueño profundo y los pensamientos inconscientes sólo me tranquilizaba mucho más. No, no estaba pensando en porno. Eran simples imágenes agradables.

Hasta que un golpe en mis abdominales me borró todo rastro de comodidad y el sueño se disipó. Mi hermano Seung me dió un codazo para evitar que durmiera plácidamente y yo como buen hermano mayor que soy, le regresé un empujón que le hizo rebotar contra el cristal de la ventana del autobús. El sonido en seco logró captar la atención de algunas personas cercanas a nuestros asientos y la mayor parte nos miraron con unos ojos criticones que me daban mala espina.

Ninguno de los dos le tomamos importancia al asunto porque a decir verdad, no es como si el resto de los pasajeros hubieran estado en completo silencio durante el viaje; desde que subimos al autobús hasta ahora todavía siento los susurros de las personas de atrás haciéndome cosquillas en los oídos.

Seung Yoon, repuesto ya de el atraco que tuvo con el cristal, se acomodó en su asiento y cerró los ojos mientras se cruzaba de brazos sobre el estómago. Con la voz ronca me dijo que no piensara siquiera en cerrar un ojo. La verdad es que después de aquel golpe la flojera se me fue.

No respondí y mi hermanito tomó mi silencio como un "si".

Le deje descansar porque se que no pudo dormir bien en todo el día; ignore que estaba medio embarrado en la ventana de autobús y fijé mi vista en el camino que recorríamos.

Sólo podía ver una larga fila de colosos rebosantes de follaje verde y espeso pero en aquella época lejos de verse como una naturaleza llamativa más bien lucía como un bosque tenebroso donde se escondían misterios y oscuros secretos. Había un aire de singularidad que me rozaba la piel hasta los escalofríos; hacía tanto frío y sabía que pronto llovería.

A lo lejos puedo ver a una parvada de aves que alzaban el vuelo: todas tomaban distintas direcciones, asustadas, quizás, por el disparo de una escopeta.

Pensaba, cuántas cosas extrañas habrán dentro de esos laberintos, cuántas personas extraviadas, cuántos cadáveres tirados por allí, cuántos psicópatas asesinos estarán acechando a pequeños niños para descuartizarlos... Los bosques no eran bonitos, los bosques eran el hogar de o un recuerdo nostálgico o una desgracia aterradora.

Lo único que podía hacer era asociar a los bosques profundos con la maldad. Por eso no me sentía del todo bien, porque desde que salimos del aeropuerto era todo lo que podía pensar, porque el sentimiento de regresar a casa no era de felicidad. Hace tanto tiempo que deje de tener ese sentimiento.

Downtown siempre fue diferente a lo poco que conocía del mundo pero podía notarlo, no recordaba un lugar tan... Macabro. No creía que pudiera sentirme como flor en primavera con esta sensación de que en cualquier esquina alguien me cortará el cuello

Siempre creía que las personas que estaban a mi lado me ocultaban secretos; y aún no dejaba de creerlo.

Estaba hastiado de ese ambiente. Había pasado mucho tiempo desde que me sentí feliz de subir a un autobús con tantas personas, o la euforia que tenía al ver la inmensidad de la naturaleza por doquier. Ya nada era relajante. Las personas me transmitía tristeza y aburrimiento. Me sentía atrapado en un sueño que no me dejaba respirar tranquilamente.

-Es un monstruo, le digo que lo he visto con mis propios ojos -escuché que alguien susurró desde atrás y pensé profundamente.

Un... ¿Qué?

-Te digo que esa cosa se escondía en mi patio trasero.

No era normal que mi corazón latiera demasiado rápido ni tampoco que los nervios se me pusieran de punta, pero no era la primera vez que escuchaba esas palabras. Otras personas habían estado hablando sobre eso en la parada del transporte y no le había prestado tanta atención como ahora.

Seguro hablaban de otras cosas; debía haber una razón. Aunque seguía creyendo que algo estaba mal.

SeungYoon seguía dormido a pesar de todo el movimiento y yo me sentía realmente incómodo con todo lo que acumulaba en mi mente.

Todo me resultaba mejor que la porquería de terror novelesco de allá atrás que me lastimaba la cabeza.

Quería bajar del autobús y tan sólo regresar a casa... a Corea donde era un lugar seguro.

O al menos, eso creía yo.

• • •

Cuando bajábamos del autobús, ambos nos dimos cuenta que acababa de llover, vimos debajo de nosotros la acera húmeda y en ciertas partes grandes charcos de agua sucia.

Caminábamos decididos a atravesar la ligera llovizna que se hacía presente y que aunque no lo pareciera podía humedecer con rapidez la ropa.

Tuvimos ligeros resbalones al principio, las maletas pesaban y la lluvia no ayudaba pero continuamos el camino a casa. Sin embargo, yo tenía la ligera sospecha de que alguien nos observaba de cerca.

Dos casas antes de llegar, miré hacia la ventana de nuestra vecina; cerró las cortinas a penas cruzó miradas conmigo. Seguro llevaba rato allí pero al ver a los hermanos Jeon simplemente se escondió como si hubiese visto a un fantasma. El resto de la manzana parecía hacer lo mismo mientras caminábamos frente a sus casas o tal ves, sólo se trataba de mi imaginación.

-Fantástico, una semana fuera y todos actúan como psicópatas -gruñí, arrastraba con mucha más fuerza la maleta.

Estaba cansado de que las personas nos miren como si fuesemos unos fenómeno.

-Y apenas lo notas -se burló Seung.