Helsinki X Palermo ( One-shots )

"Me sentía culpable"

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Martín y Mirko son felices con su nueva vida, sin embargo, hay espinas que no son fáciles de sacar, por desgracia, Martín tiene muchas heridas abiertas que Mirko debe descubrir para poder ayudar.

( Heavy angst )  (  palabras aproximadamente )

TW : Autolesiones y alcohol.

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Mirko estaba en un taxi de vuelta a casa, llevaba toda la tarde fuera y ya era de noche, al rededor de las 2:35 pm.
Había estado en una feria local, normalmente iba con su novio, bailaban, comían, bebían, festejaban y luego se quedaban a dormir es algún motel del centro de la ciudad, eso se suponía que harían, pero esa vez Palermo decidió quedarse en casa... "Ve tú cariño, yo estoy cansado, ves y pasálo bien, nos vemos mañana"... Esas palabras podían sonar normales, de hecho le habían convencido para ir... Pero mientras estaba ahí, no podía dejar de pensar... ¿ Estaba cansado ? ¿ De que ? ¿ Por qué insistía tanto en quedarse solo ?...

Así que en vez de quedarse hasta las tantas y usar el solo la reserva, iría a casa, sobre todo, por qué tras llamar varias veces al móvil, no había respuesta.

Abrió la puerta con cierto sigilo, lo primero que notó era una gran, gran oscuridad proveniente de toda la casa, persianas bajadas, luces apagadas, ni radio ni teléfono ni televisión encendidos... Sospechoso.
Como buen ex militar, su mente se puso alerta de inmediato, agarró una posición defensiva y comenzó a caminar hacia adelante, no encendería la luz, en su mente alguien había entrado en casa para, quizás, robar, al fin de al cabo eran unas de las personas más ricas del país, y con las luces apagadas, tenía más oportunidades de agarrar al ladrón por sorpresa en una pelea.

Cerró la puerta sin hacer ruido y siguió andando, miró en el salón, nada, miró en la cocina, nada, miró en la habitación de invitados, nada, miró en el pasillo principal, nad- ¡ Espera !...
Un ruido se podía oír en el pasillo, un ruido proveniente del baño principal, pero no era de ningún forcejeo con un ladrón, era más bien una especie de sollozo, ruidos nasales y gemidos desagradables, lo más preocupante era que claramente eran de Martín.

He - ¡¿ Martín !?

Los ruidos frenaron por un segundo, Palermo no le había oído entrar, probablemente por la adrenalina.

Pa - ¿ G-gordo ?

He - ¿¡ Que ocurre !?

Mirko empezó a hiperventilar, podría soportar una guerra, un atraco, la muerte de sus amistades, una ( casi ) amputación de una pierna... Pero no podía soportar pensar que su amado podía estar en algún peligro, y menos sin saber de cuál siquiera se trataba.

Pa - ¡ Nada ! Me estoy duchando , luego salgo... ¿N-no estabas en la feria ?

La voz de Palermo sonaba rota , rota como cuando perdió la mente en el atraco y tuvo que ser calmado por Helsinki para no hacer una locura, pero peor, por qué ahora su voz no estaba tapada con rehenes o disparos, era solo silencio.

Helsinki no le creía , no iba ni a dar explicaciones sobre la feria, era lo que menos le podía llegar a importar.

He - ¡ Abre !

Pa - ¡ Me estoy duchando dije, ahora salgo !

He - ¡ No ! ¡ ABRE !

Helsinki estaba demasiado preocupado, sentía que su corazón se salía de su pecho.