Era la noche del día, chocó con un hombre más grande que él en edad y tamaño, sin importarle que aún estaba con su uniforme de la academia fueron a tomar un café y ahora estaban en un lugar donde podían ver los fuegos artificiales por el día del amor y la amistad, que rara coincidencia, ¿No?
- Entonces, ¿eres un alumno de la UA? - Habló haciéndolo estremecer de gusto, por un momento se quedaron callados para gozar de los fuegos artificiales, desde todo el trayecto, su mano no se ha movido de su pierna, dejaba que hiciera eso, después del pequeño trayecto a estado apretándola causándole una que otra cosquilla.
- B-Bueno - También debe de admitir que lo pone nervioso. Parece uno de esos hombres misteriosos, de esos que son muy difíciles de leer con sólo una mirada, es muy reservado, pero sabe socializar, sabe cuándo estar en silencio y cuándo iniciar la conversación - Antes de toparnos, estaba con unos amigos...
- Entonces - Cortó un poco para mirarlo de frente - ¿Te secuestre?
Sonrió y también lo volteo a ver, pero esos ojos dorados lo estaban comiendo completo, su mirada traviesa siempre se daba el lujo de inspeccionarlo de arriba a abajo, su mano daba apretones necesitados, sí decidía ahora, ya no había vuelta atrás, su cubrebocas solo ocasiona la tentación de bajarlo y comerse a besos hasta que se queden sin aire.
Su mano se iba metiendo más a su entrepierna, la acción hizo que jadeara, su otra mano agarró su mentón delineando sus labios con pulgar. Y con eso, fueron directo al grano.
Solo sintió como hacia el asiento para atrás, desesperados ya estaban besándose con hambre, el castaño encima del pecoso, sus manos grandes y desesperadas empezaron a desabrochar su camisa, el pecoso de igual manera pudo deshacer su corbata a duras penas, el beso era tan hambriento que apenas podía seguirle el paso a ese hombre.
Dio unas palmaditas en su hombro en señal de que ya no tenía aire, sus súplicas llegaron al castaño separándose dejando una fino hilo de saliva que unía sus labios, el pecoso tenía toda la cara sonrojada, sus pecas resaltaban, su respiración agitada y sus ojos cristalinos eran una imagen tan inocente que se aprovecharía de arruinar.
Aflojo un poco el cinturón del pecoso para irle bajando los pantalones, el mencionado sin reproche le ayudó dejando que sus caricias estén sobre él.
- Aah~ ah~.. - Cubrió su boca con su antebrazo. Por un momento lo pensó, nunca se había escuchado así mismo gemir, siempre tenía los audífonos puestos cuando veía un poco de porno o quería darle ese tono seductor cada vez que se tocaba un poco más abajo. Pero por el momento todo era injusto. - ¿P-Puedo?
Realmente quería ver todo, quería sentir sus músculos, quería que ese sentimiento de lujuria lo invadiera y lo agobiara hasta estar satisfecho. En cuanto el castaño asintió, cambiaron de posición ahora él estando arriba de él con las piernas separadas a cada lado de su cadera.
Fue lento, sin desespero notable de que quería ver su pecho fornido, fue masajeando sus hombros a sus pechos para desabrochar los botones de su camisa, él casi estaba completamente desnudo, si no fuera por su bóxer y su camisa desabrochada, pero cada cosa a su tiempo, se veía que trataba de controlarse para no follarlo de una dejando sus pantalones a mitad de muslo.
Movió sus caderas en círculos, sus manos no dejaban de delinear ese abdomen marcado. Hasta que recordó algo.
- Dime un nombre para gritar - Habló cerca de sus labios parando cualquier acción que hacía antes, pasó sus brazos por su cuello acariciando su cabello castaño. Lo escucho reír, sus manos frías se metieron por debajo de su camisa hasta su espalda, sus dedos pasaban por su toda su columna vertebral, un escalofrío satisfactorio paso por su cuerpo ocasionando que jadeara audiblemente.
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→ 𝙳𝚎𝚔𝚞 𝐵𝑜𝑤𝑙 ←
FanfictionEsta historia solo esta hecha para las personas que quieran leer este tipo de contenidos historia de pequeños one- shots... Eso era todo, gracias por su comprensión <3