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La oficina del director de la escuela es para muchos el último lugar al que les gustaría ser llevado. Para Namjoon no es más que otra habitación a la que ya se ha acostumbrado.

Así fuera para recibir certificados de reconocimiento, ofertas de otras escuelas e incluso de universidades, y sin contar las frecuentes charlas de motivación y orientación de su director, Namjoon ha pasado más tiempo ahí de lo que le gustaría recordar.

- Seguramente se están preguntando por qué los he llamado a los dos hoy.

Sin embargo, contrario a las anteriores ocasiones que estuvo allí, esta vez no se encontraba a solas con el director.

El estudiante más hermoso y popular de la escuela se hallaba de pie a su lado.

Así es, el inigualable e inalcanzable:

Kim

Seok

Jin.

- El motivo es simple. La junta directiva del comité disciplinario necesita un presidente, mismo que se elige en base al mejor promedio de toda la institución – el hombre se levantó de su sillón y les dio la espalda a los dos estudiantes acercándose a la gran ventana desde donde se podía observar toda la escuela – sorprendentemente, este año hubo un empate. Lo que significa que... uno de ustedes tomará el cargo.

El director se volteó y miró detenidamente a sus dos mejores estudiantes. Uno con un rostro igual de impecable que su uniforme, conducta intachable y carisma encantador que trae a todos revoloteando a su alrededor.

El otro, por otra parte, a pesar de su indudable agilidad para adquirir habilidades y comprender temas complicados, no podía ser tomado en serio con ese cabello rapado y decolorado, el uniforme desordenado, los tenis desgastados y un rostro que parece invocar la audacia de un dragón.

Él simplemente no podría dar un buen ejemplo para sus compañeros, es por eso que en silencio rogaba que Kim Seokjin se sobrepusiera para tomar el cargo.

- No quiero obligar a nadie a hacerse responsable de un puesto tan exigente, así que pongo en sus manos la decisión.

Namjoon era bastante inteligente, pero tampoco había que serlo para darse cuenta que el viejo prefería tener a Seokjin como presidente. Y aunque en realidad ya tenía claro que iba a dejarle el puesto a su compañero de clase, el motivo no era para darle el gusto a su director.

- Honestamente, no me siento calificado para guiar a toda una escuela. Creo que mis habilidades no van por ese camino. No obstante... - Namjoon volteó a ver a Seokjin, cuando este sintió su mirada también volteó y se quedó sorprendido por la leve sonrisa que aquel chico le estaba regalando – estoy más que seguro que tú harás un gran trabajo. Aunque no te conozco bien, fuiste el delegado de nuestra clase los años pasados y si mal no recuerdo hiciste muchas cosas por nosotros desde ese puesto. Imagino que estando en la cabeza podrás tener el poder para hacer cosas más grandes por esta institución, cosas que quizá ya tienes planeado. Es por eso que creo que tú eres el más indicado para este cargo.

¿Que no lo conocía bien y no recordaba exactamente todo lo que Seokjin hizo por su clase?

Puras mentiras.

Kim Namjoon había presenciado con sus propios ojos el cansancio con el que su delegado salía del colegio horas después del horario de salida.

Era consciente del gran esfuerzo que ese chico hacía y lo admiraba por ser tan constante y diligente. Por esa razón quería que fuera él quien tomara ese puesto, porque no había nadie más preparado y adecuado para guiar su escuela.

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⏰ Última actualización: Jul 19, 2024 ⏰

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