Cap. #3

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Las nueve de la mañana se marcaban en el reloj de aquella gigante oficina, Desmond estaba esperando a su hijo, al parecer lo llamó con la mente ya que este se encontraba cruzando la puerta

-Buenos días, padre -entró acomodando sus rizos

-Buenos días -respondió este y se levantó -tienes suerte campeón, tengo un trabajo para ti

-¿Y de qué se trata? -preguntó emocionado

-Ayer atraparon a un judío al norte de la cuidad, calle Schulstraße, casa número veintiocho, las tropas están a punto de salir para buscar a su familia, me informaron que le prendieron fuego al lugar donde se escondían...-abrió el cajón de su escritorio y sacó una pequeña pistola de alto calibre -de igual forma deben asegurarse que no quede ninguno libre, o vivo.

-Está bien -estiró sus manos para agarrar el arma pero su padre no lo dejó

-Vas a usarla solo si intentan escapar, ¿escuchaste? -el menor asintió y este se la entregó -vete, ya están de ida, les dije que esperen por ti -palmeó su hombro y el contrario salió de la oficina en dirección al campo, ahí lo esperaban

Salieron alrededor de doce soldados en dos patrullas, esto les facilitaba el transporte de los arrestados

-Harry, ¿verdad? -habló uno de los que iba junto con él en la parte de atrás

-Sí, ¿y tú eres...? -respondió

-Soy Niall, mucho gusto -extendió su mano

-Oh, igualmente -estrechó su mano con el muchacho y volvió su vista a la avenida que iban recorriendo

-Eres la primera persona que responde a mi saludo -volvió a hablar -la mayoría me ignora o me regaña, soy nuevo en este campo

-Bueno, creo que aquí vienen para trabajar, no para hacer amigos, ¿no? -se acomodó el casco que traía puesto y lo miró

-Supongo, pero...tampoco hace falta ser grosero, además, un saludo no daña a nadie -suspiró y se bajó del vehículo junto con los demás ya que habían llegado a su destino.

Harry hizo lo mismo y vio aquella casa, o bueno, lo que solía ser una "casa" para aquel bastardo y su familia

-¡Busquen por los alrededores, si intentan escapar terminan con ellos! -gritó uno de los que iba con él

-Tienen que ir en grupos de dos, así será más fácil -agregó otro

-Harry, ven conmigo -habló Niall

El mencionado solo asintió y juntos fueron a buscar detrás de los escombros y cenizas. Estaban caminando hasta que encontraron a tres personas durmiendo en el suelo, dos mujeres y un chico

-¿Están muertos? -preguntó el rizado

Este no respondió, con el revolver que traía en mano movió los pies del chico, haciendo que despierte junto con lo que parecía ser su madre y hermana

-No se muevan -el ojiverde les apuntó con su arma, al igual que Niall

Ninguno de los tres lo hizo, la noche anterior habían hablado, quedaron en que iban a dejar que los lleven a los campos, así había una pequeña posibilidad de que encuentren a Troy.

-¡Los encontramos! -gritaron ambos y rápidamente se acercaron más soldados para esposarlos y subirlos a una de las patrullas

En el camino, Harry los observaba con desprecio, no aguantó y sacó de nuevo su arma para disparar a cada uno de ellos, olvidando por completo las palabras de su padre

-Oye, guarda eso -un hombre de edad, uniformado, le quitó la pistola para que no logre su cometido

Él solo desvió la mirada, pero antes de hacerlo escupió sobre ellos -me dan asco -habló

Louis no pudo controlarse, no iba permitir que los humillen así, se levantó, pero antes que pueda hacer o decir algo la patrulla frenó de golpe y cayó al suelo de la avenida

Los soldados se alarmaron ya que pensaron que iba a escapar, pero estaba muy lastimado para hacerlo, se raspó la frente, su nariz sangraba al igual que sus codos y labio, sus manos estaban inmóviles gracias a las esposas, no pudo amortiguar la caída por más que intentó. Frenaron de nuevo, ya que el conductor no se había dado cuenta del incidente y continuó avanzando, bajaron rápidamente para subirlo y quedó recostado en las piernas de su madre sin quitarle la vista de encima al rizado de ojos verdes, estaba realmente enfurecido, quería partirle aquella perfecta cara de porcelana que llevaba

-¿Qué me ves marica? -claramente este se había dado cuenta que lo estaban observando y empezó a sentirse incómodo

-Uhm "marica", ¿quién?, ¿tú o yo? -respondió riendo al ver como se acercaba de nuevo a ellos, pero fue detenido nuevamente

-¿Con qué derecho vienes tú a dirigirme la palabra?, eres una maldita rata de alcantarilla, no debes ni tienes porqué hablarme de esa manera -dijo con coraje

-Louis, por favor basta -susurró Jay y este asintió cerrando los ojos

Con aquella tensión entre ambos, llegaron finalmente al campo de concentración "Sachsenhausen". Bajaron a las dos mujeres, y Harry, al ver que Louis fue el último en bajar, lo empujó y cayó de nuevo al suelo

-Apresúrate, no tenemos toda la jodida mañana -bajó también pasando por encima de él haciéndole lance, pero el castaño se dio la vuelta levantando uno de sus codos haciéndolo caer

-¡Ups! -dijo antes de levantarse e ir corriendo con su madre y hermana, dejando al rizado en el suelo

-¡Firmaste tu sentencia de muerte conmigo! -gritó estando aún en el suelo

Pero Louis no escuchó, él ya se encontraba haciendo fila para recibir su uniforme, una pijama vieja y sucia con rayas rojas verticales, en la parte superior izquierda estaba la estrella de David con el número "237". Nunca perdió de vista a su madre y hermana, estaban juntas en otro bloque, luego de cambiarse iba a poder juntarse con ellas.

El oficial ordenó que se desvista y deje sus prendas sobre una mesa, mientras se ponía su nuevo pijama, pudo ver a través de la puerta cómo empezó a llover, también vio como un grupo grande de personas estaban siendo llevadas a Dios sabe dónde. Terminó de vestirse y lo esposaron de nuevo, fue llevado con su madre y hermana, quienes también traían puesto el uniforme, Lottie tenía el número "341" y Jay el "342". Los llevaron dentro del campo y ahí les quitaron las esposas, el lugar era grande, habían seis casitas, pero una de ella era más grande que todas, lo demás era tierra, estaba rodeado de un tipo de malla hecha de metal, y sobre esta unos alambres, que según los carteles, daban descargas eléctricas. La entrada estaba compuesta por dos torres con soldados dentro de cada una.

Decidieron no observar más y avanzar. Se dividieron para buscar a Troy, su punto de encuentro iba a ser la casa dos. Jay besó a sus hijos y empezaron a buscar por cada rincón sin importar que la lluvia los esté empapando, ellos lo iban a encontrar.

1941 (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora