El rey solitario

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Avía una vez un rey solitario, sin pueblo, sin amigos, sin familia el rey vivía en su gran castillo, solo sin compañía.

-ojala tuviese alquin con quién compartir mi vida y todo lo que tengo-dijo triste en una cama gigante.

Viviendo en total soledad y melancolía quería con todas sus fuerzas compañía

Una ves un brujito, que por allí pasaba le hablo.

-joven rey ¿sería tan amable usted, de dejarme pasar y comer un poco de sus alimentos? eh viajado por mucho tiempo y estoy algo cansado-dijo el brujito

-oh es una sorpresa ¡Sí pase, sería para mí un placer acojerlo en mi castillo!-dijo el rey solitario, que esta ves tenía un brillo en sus ojos negros y adorable.

El brujito paso y el rey le dió de comer, charlaron y compartieron amenos momento, pero llegó la hora de que el brujito se fuese.

El rey se sentía muy triste muy triste y le suplico al brujito que se quedase, pero el brujito no podía.

El brujito, al verlo tan desesperado desidio darle un regalo.

-eres un gran rey, no cabe duda que el estar solo no es algo que merescas, pero yo nesesito marchar, pero antes de hacerlo te otorgarle un regalo.

El rey lo miro y escucho atentamente

-rey, te daré está semilla, cuidala muy bien y está semilla se convertirá en una hermosa planta y esa planta te dará la compañía que tanto anhelas-dijo el brujito.

El brujito le dió un saquito con una semilla el rey

-¿Está semilla me dará compañía?-pregunto el rey.

-mmmh sí así es-dijo el brujito con una sonrisa en sus labios.

-mmh entonces la cuidare mucho y haré que floresca-dijo el rey sonriendo.

El brujito retomó su camino y el rey plantó la semilla en una maceta.

El espero, verano y nada pasaba el lloro y lloro sobre la masetita con la semilla.

Que pasará otoño nada paso lloro y lloro sobre la pequeña maceta.

Paso invierno y todo se volvió oscuro, frío y triste, el estaba muy muy devastado, y lloro y lloro, lloro y lloro asta más no poder y pidió, pidió con todas sus fuerzas no volver a estar solo.

Llegó primavera y el rey seokjin lloraba sobrele la masetita y lloraba y sus lágrimas rodavan por sus mejillas blancas y delicadas.

Un día el rey despertó sentado en una silla al lado de la ventana con una sábana cubriendo su delicado cuerpo del frío.

El no recordaba averse arropado vio la maceta y vio que avía una hermosa planta con florecillas azules hermosas como la planta.

Al voltear vio a un chico de piel canela, cabellos negros y desordenados y lindos labios, lo vio con intriga durmiendo a su lado.

¡Cuando de un momento a otro! ¡PUN! Abrio sus ojos cafés.

-hola, mi nombre es Namjoon

-¡Oh!-exclamó el rey sorprendido y de dónde vienes, pregunto.

-oh-rio tormentosamente-yo nací de tus deseo, de aquella semilla que sembraste, y cuidaste y mojaste con tus lágrimas, que aunque no te daba nada, nunca perdiste la esperanza.

Al oír eso el rey sonrió ampliamente y abraso al chico con lágrimas de felicidad en sus ojos.

-¿¡Éso quiere desir que te quedarás!?-dijo el rey emocionado.

-¡así es! Estaré a tu lado de ahora en adelante y no volverás a estar solo nunca más, porque yo estaré allí contigo-el chico sonreía mientras decía aquellas palabras.

Y así fue, aunque estuviesen el mundo solos en un reino sin pueblerinos y un castillo solitario, se tenían ellos dos y eso era suficiente para ellos, su compañía era su mayor felicidad.

Fin

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⏰ Última actualización: Jan 09, 2022 ⏰

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