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-¿Quería verme, Ceo Lee?

La vocesita de JiSung llegó a sus oídos justo cuando cerraba la carpeta sobre su escritorio. Aquella maravillosa voz que había tenidos el delicioso placer de escuchar de forma errática, le erizaba la piel de una forma tan placentera que algo más despertaba dentro de sus pantalones.

-Sí, adelante, siéntate. - ordenó y el actor casi corrió hasta él sin esperar nada de tiempo. Lee MinHo ama la obediencia, pero es momento de admitir que le encanta mil veces más la desobediencia de Han JiSung. Le encanta como le lleva la contraria, como se niega a él a pesar de necesitar sus toques, sus besos, sus caricias. Todo de él.

-¿Sobre qué quiere hablar? - preguntó el actor.

-Quiero llevarte a mi casa hoy en la noche. - dijo y Han JiSung pudo sentir como todo su piel se eriza completamente ante sus propios pensamientos poco lindos que esas palabras le dicen. Porque sabe que harán con él apenas acepte hacer aquello y está más que de acuerdo con ello.

Porque necesita la agresividad del Ceo Lee, porque disfruta la forma poco delicada con la que explora su cuerpo sin pudor alguno. Porque le encanta lo brusco que es Lee MinHo. Está tan encanto que no puede negarse a ello. Es como aquella droga para un adicto, es tan necesaria diario, no importa que no sea mucho, pero el debe tener un poco siempre. El necesita experimentar con Lee MinHo solo una vez.

Porque es adicto al mayor. Porque es su adicción. Y porque simplemente quiere hacerlo. Ahora mismo si es posible.

-¿Por qué? - pregunta después de alguno segundos en silencio mordiendo su labio inferior mientras siente su cara caliente al igual que todo su cuerpo.

-Porque quiero. - responde. - ambos queremos y creo ciegamente que los dedos deben ser cumplidos. No me gusta complicarme la vida, lo que me gusta lo tomo y listo. Y en este momento eres lo que más me gusta, así que no pienso quedarme con las ganas de hacerte gritar tan fuerte que te arda la garganta al día siguiente. Además, puedo darme cuenta que también lo quieres. Lo deseas tanto como yo.

-Que lo desee no quiere decir que vaya hacerlo. - responde JiSung apretando sus piernas con fuerza. Le encanta la idea y desea que el Ceo lo haga gritar su nombre muchas veces, pero el tiene dignidad y un poco de amor propio como para darse a él aún sabiendo que está comprometido con alguien más. - además, ya tiene con quien. - y aunque no quiere verse como alguien celoso, eso es justo lo que está demostrando. Él no tiene derecho a semejante cosa porque no son más que dos seres que se tienen ganas.

-Eso jamás ha sido un impedimento para mí. - dice el Ceo sonriendo. - esto puede quedar entre nosotros, honey.

-Claro. - refuta el menor cruzando su brazos. - analicemos esto así. - empieza JiSung. - voy a ser tu puta personal porque la persona con la que estas no cumple tus expectativas. Que mal suena eso para mí.

Lee MinHo frunce las cejas al escucharlo decir aquello. No quiere a Han JiSung como si puta personal. Lo quiere como su amante, que es muy diferente para él.

-En todo caso... - dice y se levanta de su silla para pararse detrás del menor y deslizar sus manos por los hombros y pecho de este con suavidad hasta llegar a su pantalón ajustado y acariciar su entrepierna. - sería para cumplir tus expectativas, honey.

JiSung cierra sus ojos ante el susurro en su oído y las caricias en su entrepierna. La combinación de ambos es tan nueva para él, las mordidas en su cuello y orejas lo llevan al cielo una vez más, los besos y las lamidas del Ceo Lee... Todo se siente genial. Todo es genial.

-Dime que iras, honey. - vuelve a susurrar el mayor y JiSung mueve su cabeza hacía un lado mientras jadea. - vamos, bebé, dime que sí.

-S-sí. - responde.

Igual de algo tiene que sufrir una vez más.




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Ceo LeeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora