Capítulo 3: Kim Mingyu

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Wonwoo no supo en que momento creyó que esto era una buena idea, sin embargo, necesitaba aclararle un par de cosas al moreno pretencioso. Así que, en contra de todo pronóstico y su misma timidez, se preparó para ir al club como el moreno le había indicado la noche anterior.

Intentó por todos los medios no vestirse de forma llamativa. Eligio un suéter cuello tortuga de color negro y sus pantalones de mezclilla rasgada favoritos; los zapatos negros que había comprado para una firma, pero nunca usó y la diadema favorita que su padrastro le regaló cuando cumplió la mayoría de edad y publicó su primer best seller. Mojó un poco su cabello y lo dejó medio rizado, y tomando sus siempre inseparables gafas de montura bajó hacia el Club. El guardia le sonrió y lo dejó pasar indicándole a su compañero que lo acompañara hacia la oficina del jefe a lo que Wonwoo frunció el ceño y rodó los ojos mientras entraba a la parte superior donde se encontraba el servicio VIP y las oficinas.

El hombre tocó dos veces avisando que se encontraba ahí y le cedió el paso abriéndole la puerta y cerrándola justo tras él. Mingyu estaba sentado y cómodamente recostado con los pies encima del escritorio con los brazos detrás de su cabeza. El negro también formaba parte de su atuendo nocturno, aunque predominaba el cuero en sus pantalones y un par de botas altas estilo militar. Wonwoo se quedó sin aliento unos segundos y carraspeó llamando la atención del moreno. Mingyu le dio la misma mirada que el día de la cena familiar acompañado de una sonrisa completa que dejó a Wonwoo temblando de pies a cabeza y desviando la mirada mientras tragaba saliva.

- Parece que no eres inmune a todos mis encantos, sexy escritor – bajó los pies y Wonwoo pudo ver desde su lugar en la puerta como cada uno de los músculos de su torso se flexionaron y apretaron bajó su camisa – Te ves sexy.

Mingyu caminó y se recostó directamente en el escritorio dándole a Wonwoo el panorama completo nuevamente del cuerpo trabajado del moreno. Bastardo, lo hace aposta, pensó sabiendo que un potente sonrojo subía y se acentuaba en sus mejillas.

- Vine porque debemos terminar de hablar acerca del compromiso y... - Mingyu arqueó las cejas y sonrió de medio lado - ¿Qué?

- Ven aquí Wonwoo

- No gracias – el pelinegro negó varias veces – Aquí estoy muy bien.

Mingyu sonrió de lado y caminó hasta él y se detuvo bloqueándolo con su cuerpo, acarició la mejilla sonrojada del pelinegro y deslizó su nariz por toda la extensión de su cuello haciéndole jadear por el contacto. Mingyu retiró sus gafas teniendo un mejor acceso al rostro que tanto le encantaba.

- ¿A que le temes, Wonwoo? – el pelinegro gimió quedamente reaccionando a la voz grave de Mingyu y el gruñó feliz por la respuesta– No te haré nada, solo quiero invitarte una copa.

- Recuerdo muy bien en que terminó la última vez que me invitaste una copa... ¡Ah!

Mientras Wonwoo se negaba a ceder, su cuerpo respondía a Mingyu como un imán. El moreno sujetó sus caderas y lo atrajo a un beso, que los hizo gemir a ambos. Las manos de Wonwoo encontraron el cabello de Mingyu y lo pegó más él mientras el moreno mordía sus labios y se restregaba contra él.

Ninguno sabía cómo era siquiera posible que perdieran la cabeza así de fácil, sin embargo, se dejaron llevar. Mingyu alzó a Wonwoo contra la puerta atacando su cuello dejándole marcas visibles, Wonwoo se arqueó cuando Mingyu encontró un punto sensible en su cuello y lo chupó como si fuera una cereza.

- Min…

- Te dije ayer que tomaría una muestra de tu placer – el moreno mordisqueó su cuello – Y eso es lo que pretendo hacer.

Wonwoo jadeó sintiendo las manos de Mingyu bajo su abrigo y la lengua en su cuello. Mingyu lo hacía sentir calor en todas partes y no dudaba en entregarse al moreno siendo víctima de su seducción. El moreno le quitó el suéter por encima de la cabeza y besó cada parte de su torso dejándole marcas rojizas como la primera vez. Wonwoo tampoco se quedó atrás, le quitó el saco y el pulóver lanzándolos a un lado, arañando la piel morena maravillado por la vista que tenía ante él.

Mingyu tenía un tatuaje hermoso de una mariposa azul con llamas de fuego rodeándola cerca del corazón. El moreno permitió que Wonwoo lo delineara con el dedo maravillado por la obra de arte que el moreno tenía en su cuerpo.

- No es el único… - susurró volteándose mostrando la imagen de una estrella rodeada de otras más pequeñas - ¿Te gustan?

Wonwoo tocó cada figura y el solo toque erizó la piel del moreno que sonrió.

- Son hermosos…. – sonrió mirando la orgullosa y presumida mirada del chico – No seas arrogante.

- No me hace arrogante que me encante que te gusten mis tatuajes.

- ¿Tienen algún significado?

- El de las estrellas representa a mi familia – señaló cada una – La más grande es la de mi mamá.

- ¿Ellos están...?

- Oh no, están vivos – negó con una sonrisa – De hecho, mi madre odia los tatuajes, pero le encantó este.

- ¿Y la mariposa? 

- Te lo diré más adelante – se acercó una vez más – Ahora, déjame llevarte a conocer el lugar y después terminaremos lo que empezamos aquí.















Wonwoo recordaba la extensión de la habitación de los hechos, y no podía evitar sentirse nervioso. Mingyu lo había traído justamente a su habitación, que resulta era su lugar de descanso en el club. Por una parte, estaba bailando por la felicidad que le producía que incluso cuando no sabía quién era durmió con su olor y esencia por días.

Mingyu abrazó su espalda y deslizó su nariz por toda la extensión de su cuello hasta que se volteó y atrapó sus labios en un beso. Sabía el propósito del moreno al llevarlo ahí y aún así no pudo evitar sentir su estómago pesado. Sin embargo, se dejó llevar por los labios seductores, el tacto cuidadoso del moreno en su piel y por supuesto, el placer de tenerlo enterrado profundamente en su interior era indescriptible. Mingyu lo desnudó con la mirada, le besó hasta que se quedó sin aire y lo hizo explotar de un placer aún más intenso que la primera vez.

Era increíble como los cuerpos parecían hechos a la medida. Mingyu encontró su punto dulce rápidamente y lo torturó con embestidas lentas y certeras, chupó su cuello mientras él marcaba su espalda con arañazos. Mingyu aumentó el ritmo y lo miró justo antes de que ambos explotaran casi al mismo tiempo, el moreno una vez más gruñó en su oído mientras se derramaba en su interior. No necesitó decir mucho después de eso, su cuerpo se sintió pesado y deshuesado pero relajado.

- Me encanta estar contigo – Mingyu lo miró con una ceja arqueada – Se siente como una supernova.

El moreno rio saliendo lentamente provocando que Wonwoo gimiera, buscó una pequeña toalla y los limpió, para lanzarse a besar a su escritor como si fuera el aire que necesitaba para respirar. Él también sentía que el cuerpo de Wonwoo estaba hecho solo para él, y estaría condenado si permitía que su sexy escritor se deslizara de sus manos. Usaría todas sus armas hasta lograr que el hombre cayera ante sus pies como él lo estaba.

- Ven acá sexy escritor – Wonwoo se acurrucó entre los brazos de Mingyu - ¿Cansado?

- Siempre logras dejarme agotado dulce desconocido – el moreno río por el apodo – Te mentiría si dijera lo contrario.

- Mmm – tarareó – Me siento orgulloso

- ¿Ya me dirás el significado de la mariposa azul?

- Independientemente del significado de las mariposas azules, esta representa la intensidad de mi amor hacia mi amante. Me recuerda siempre ser delicado como la mariposa, pero intenso como el fuego que la rodea.

Wonwoo lo miró tocando el tatuaje una vez más, reconociendo la veracidad. Mingyu podía ser sexy e intenso como el fuego, pero amoroso y cuidadoso como las mariposas.

- Doy fe de ambas cualidades – Mingyu rio – Aunque aún me quedan comprobar que tan amoroso eres.

- ¿Quieres comprobarlo, sexy escritor?

Wonwoo miró aquellos ojos oscuros que lo miraban con un deseo arrollador y asintió. Las dudas y los temores podían venir después, ahora mismo descubriría que tan amoroso era Kim Mingyu bajo las sábanas.

Querencia I : ESEYSDD [Finished]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora