El Dulce Novio De Tomura.

Extra 1.

Noche De Unión.

—Aah~—. Suspiro mientras se veía contra el espejo.

Recién había terminado de bañarse y como siempre después de cada baño, tuvo que ver la realidad frente al espejo.

—Asco...—. Susurro para sí mismo.

Miró en a su costado en el lavabo y vio una pulsera negra.

Flashback.

—Muchas gracias por todos tus datos aportados para acelerar nuestra investigación—. El hombre agradeció con una suave sonrisa.

—De nada doctor—. Respondió un pequeño Izuku de 10 años

—Para demostrar nuestra gratitud, hicimos esto especialmente para ti—. Abrió una pequeña caja negra, de la cual mostró una pulsera parecida a la que siempre llevaba Izuku en la muñeca. —Este es un aditamento mejorado especialmente para ti como forma de agradecimiento, póntelo—.

Izuku primero se colocó el nuevo equipo de apoyo antes de quitarse el que ya tenía.

—¿Qué tiene de nuevo?—. Preguntó mientras miraba su muñeca.

—Como sabrás, creamos estos aditamentos para que las personas que no son capaces de controlar sus particularidades, lo sean y la única forma de usarlo es como una pulsera, pero, en agradecimiento a tu aportación con tu don, mejoramos solo este para que sea capaz de estirarse y moldearse para que se adapte a cualquier parte de tu cuerpo, así como cambie de color al que tú más quieras—. Explico.

—Muchas gracias—. Agradeció con una leve sonrisa.

—No, gracias a ti pequeño, de no ser por esa descontrolada particularidad tuya, no podríamos tener un gran avance. Solo recuerda, nunca debes quitarte tu aditamento si estás en compañía de alguien más o terminará mal—.

Fin del Flashback.

Tomó la pulsera, la moldeó y se la puso donde siempre solía tenerla para que nadie más la viera, al ponerla, su piel volvió a ser tersa y suave.

Terminó de vestirse y salió del baño a su sala, donde estaba Tomura que fue el primer en tomar un baño mientras Izuku terminaba de lavar los platos y demás cosas que usaron en la cena.

—Tomu-chan, ya terminé de bañarme—.

Tomura al verlo, quedó mudo.

—¿Tomu?—.

Había quedado mudo tras ver que vestía casi igual que aquella noche años atrás. Izuku por su parte, se dio cuenta y seductoramente se acercó y se sentó en las piernas del peli-celeste.

—Tomu~—. Empezó a hablar con un tono seductor mientras deslizaba su mano por la mejilla del contrario. —¿Qué pasa~?—. Susurro en su oído.

Aquello lo hizo salir del trance y al ver como estaba Izuku, un sonrojo se instaló en sus mejillas.

—Jajaja~—.

—Muy gracioso...—. Comentó con un pequeño grado de molestia que al instante se fue al tener una grandiosa idea (según él). —Zuzu~—. Ahora fue él, el que susurro en la oreja de Izuku mientras pasaba sus brazos por su estómago.

El peli-verde en respuesta, tuvo un escalofrío.

—¿Quién es la victima ahora?—. Preguntó con un tono burlón.

—¿Eh?—. Un leve sonrojo se asomó en sus mejillas. —¡No se vale! ¡Malvado!—. Se quejo.

—Jajajaja—.