Hybrids | Las Denali (Terminada)

Capítulo 10

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Entramos a la casa de los Cullen, Carlisle y el señor Denali revisaron a la rubia dejándome en la sala con los demás, quedamos en silencio hasta que ambos regresaron dejando a la rubia descansando en otra habitación.

- Bella no nos conto sobre ti - Hablo Alice sacándome de mis pensamientos

Alce un ceja sin dejar de mirar al infinito.

- Bueno, ahora tendré que llamarle para hacerle todo un teatro - Le dije suavemente terminando de recordar algunas cosas- Ella y yo siempre nos mantuvimos en contacto hasta que un día no me respondió, pensé que eran cosas de su escuela o de adolescente rebelde - Mire a los Cullen- Pero resulto que su novio la había dejado, ¿Algo que decir al respecto? 

Agacharon la mirada avergonzados, negué con la cabeza para mirar a las Denali.

- ¿Me dirán el porque no pude dejar de pensarlas o me quedaré con la duda? - Les pregunte mirándolas 

- Mira, los vampiros tenemos almas gemelas y tuas cantantes - Alce mi mano izquierda para que parara

- Me estas diciendo que soy pareja destinada de las tres - Asintió- Bien, acepto el lazo - Me pare del sillón- Tengo que irme, mi padre no tarda en llegar a casa y debemos hundirnos en depresión juntos por la ida de nuestra pequeña - Les dije empezando a caminar a la salida 

- Espera - Dijo Kate haciendo que pare y me gire para mirarla- Y si mejor te quedas 

- Lo siento rubia, tengo varios años sin ver a mi padre, tenemos tiempo que recuperar - Hice una mueca- Pero tranquila, pueden ir en la noche cuando se duerma para que hablemos o durante el día que el este trabajando - Le dije mirando sus hermosos ojos ámbar e irme de la casa

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El poco resto de la tarde que quedaba me la pasé organizando la pequeña información que me revelaron los Denali, me dispuse a hacer algo de comer, ya me había cansado de estar comiendo pizza o comida a domicilio.

Cuando cayo la noche llego papá, preparo algo de beber y nos sentamos a cenar, entre la cena debatimos sobre algunas temporadas de beisbol, nuestros puntos de vista y quejas. Papá recogió los platos y yo los lave. 

Nos quedamos en la sala tomando un poco de cerveza viendo el beisbol, ya cuando papá sintió demasiado sueño se fue a la cama, me quede un rato más en la sala, pero esta vez veía mi celular, me paré del sillón cuando me aburrí de estar ahí.

Apague la televisión y cerré bien las puertas de la casa al igual que las ventanas, subí con tranquilidad las escaleras, al entrar a mi cuarto me cambie de ropa para usar una pijama color gris que era a juego. 

Al sentir una ráfaga de viento a mi espalda junto al olor dulce de las Denali supe que habían llegado a mi cuarto por la ventana.

- No creí que fueran de las que entran por la ventana - Me di la vuelta encontrándolas paradas en la ventana 

- Es algo tarde como para entrar por la puerta delantera - Me dijo Kate con una sonrisa burlona

- Cierto - Me acosté en mi cama mirándolas detenidamente- ¿Qué las trae por aquí señoritas?

- Básicamente... Tú - Me dijo Tanya sonriendo de lado

Por mi madre!! Que es Renée. ¿Por qué son tan perfectas hasta sonriendo? ¿Qué hice yo para merecer a estas tres diosas? 

- Por favor, tomen asiento donde quieran - Señale mi cuarto- Pónganse cómodas señoritas

Las tres se sentaron en la cama mirándome, duramos en silencio un rato hasta que Irina hablo.

- ¿Qué eres? - Me pregunto sin rodeos

- Irina - La regañaron sus hermanas viéndola seria

- Tranquilas - Mire a las dos para mirar a Irina- No sé si sea conveniente decirles lo que soy, corro mucho peligro ante todo sobre los Vulturi, por el miedo que le tienen a lo desconocido

Las tres me miraron sin entender la situación, pero también me veían preocupadas al saber que corría riesgo solo por el mero hecho de mi naturaleza.

- Tengo una duda, ¿Ustedes cómo sintieron el lazo? ¿Están seguras que soy tu pareja destinada?

- Claro que lo eres - Dijo Tanya frunciendo su ceño- Cuando te vimos en la boda de Edward y Bella, supimos que eres nuestra pareja, nuestro mundo entero se redujo solo en ti, tu aroma, tu presencia, tu esencia, tu mera existencia nos hace sentir tranquilas, deseosas de conocerte mejor, de cuidarte de todo y todos, sobre todo de amarte por el resto de nuestra existencia

Me quede callada ante sus palabras sin despegar mi mirada en ella, el alzo lo sienten muy diferente a mi, ¿Será por mi naturaleza? ¿O estoy defectuosa? No dudo ni un poco que son demasiado atrayentes, su tacto del otro día me hacia sentir extremadamente bien, en la forma que me miraban movían todo mi interior.

- Ya veo - Dije en un susurro para mirar a las demás- ¿Sintieron lo mismo que ella? - Kate asintió 

Mire con la ceja alzada a Irina que miraba hacia otro lado, no había dicho nada, mucho menos movido un solo musculo después de que se sentó en la cama, Kate le dio un codazo haciendo que Irina la vea mal, me miro para asentir y volver a mirar a otra parte. 

Tanto Kate como Tanya le gruñeron a Irina, Irina se cruzo de brazos gruñendo causando que me ría ligeramente.

- Déjenla - Les pedí suavemente- Con el tiempo se adaptara mejor solo no hay que presionarla o gruñirle, no todos reaccionan igual ante sus tuas o parejas si no mal recuerdo - Mire a Irina- Tomate todo el tiempo que necesites cariño solo no hagas enojar a tus hermanas, no podré sola contra ellas dos 

Irina me vio unos segundos para asentir, vi como se relajo más, le sonreí levemente de lado.

- Genial, la malhumorada se gano un apodo bonito y yo que estoy aquí aceptando el lazo solo me regañaron - Se quejo Kate

Me reí negando con la cabeza, me incline levemente para alcanzar su mano y acariciarla.

- No le digas así a tu hermana Kate, aunque tienes razón - Deje de agarrar su mano

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