5. Desmayo a la vista.

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Domingo. 23:42 h. Y me hallo pensando esto. ¿Por qué? Por el simple hecho de que me aburro. Debería irme a dormir ya, mañana empiezo el instituto seguro. No creo que vaya a a haber otra salvación divina como la semana pasada, el colegio 'fantasma'. Un tío nos había dado la dirección de un instituto que ya no existía. Por eso no fui. He tardado tanto en empezar a ir porque mis padres tenían que arreglar papeleos que parecían interminables.

- Uuaaaaaah. - bostezo. Ya es la 1:27. Me tengo que ir a dormir que mañana me tengo que levantar a las 7 en punto. - Puta vida. - digo, ya casi delirando y riéndome sin razón. Puede que sí sepa la causa, y es, que la moderna expresión 'Puta vida tete' me hace gracia. Lo recordé y me reí, así de simple.

- Venga, Tiff, arriba. Son las siete y cinco. - dice mi madre, levantándome la sábana. También dijo algo típico cuando alguien va al instituto después de un tiempo sin ir: - ¡¡HOY ES TU PRIMER DÍA!! - Personalmente, es lo que menos me apetecía oír.

Pego un salto mañanero que realiza la gente para despertarse y voy a desayunar a regañadientes. Voy bastante bien de tiempo, así que me haré una tortita. Mmm. Dejé hecha la masa anoche para no tener que hacerla ahora. Me la hago. Me sale perfecta. Para mí, está en su punto cuando está clarita, no me gusta tostada. Le extendí Nutella® por encima. Acompañé la tortita con un vaso de zumo.

Ya son las ocho menos cuarto y me dispongo a entrar en el coche hacia un viaje al infierno. Esta vez, se tardan 15 minutos de mi casa al instituto. Se me pasa como un soplo.

- No papá, no por favor. Llévame a casa, te lo ruego. - le pido, arrodillándome sobre el frío asfalto que en ese momento mis pies pisaban. - No quiero entrar, papá por dios.
- Tiffany Green, deja ya de quejarte. Sé que es duro. Pero lo tienes que hacer. Lo siento. No te llevaré a casa. - dice mi padre, intentando no parecer cruel. Aún así, a mí me pareció de lo más cruel.

Al fin, entré en el osado hogar de mis escabrosas pesadillas. Todo parecía muy irreal, como en las películas:
~ equipo de fútbol americano.
~ club de animadoras.
~ laboratorios con ranas diseccionadas.
~ matones pegando a niños pequeños por el dinero del almuerzo...

Me ordenaron que fuera a ver al director, el Sr. Grimm. Me dio una calurosa bienvenida acompañada de, ¿un chicle?
- Bien, gracias por todo. - me alegré por el chicle.
- Gracias a usted, vaya a clase, por favor. - me dijo, despachándome con la mano.

No ha estado del todo mal mi llegada al instituto. Estoy dirigiéndome a mi clase, pero en ese mismo instante, diviso una cara que me resulta más que familiar. Me acerco algo más y ahí es donde empiezo a flipar. ¿Estaré soñando?

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⏰ Última actualización: Apr 06, 2015 ⏰

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