Lime-Lemon / Pecado capital

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"La mejor manera de librarme de la tentación es caer en ella."
- Oscar Wilde.
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–Por un tiempo fuimos amigos... lamentablemente eso cambió después de su pelea con ese niño zorro. - se quejaba Lucifer, demonio de la soberbia.

–Ese chico nunca me ha gustado. Representa todo lo contrario a mi. - Belfegor, demonio de la pereza, prefería mantenerse al margen de esa conversación. –Hace años dejé de intentar hacerlo mi seguidor.

–¡Tiene tan poco gusto que es un desperdicio! - el demonio Belcébu siguió comiendo y bebiendo mientras se quejaba del muchacho.

–Es un desinteresado, no le interesa lo material solo se enfoca en mejorar sus habilidades, como si eso dejara dinero... - una mueca se dibujó en el rostro del demonio de la avaricia, Mammon.

–Antes me agradaba más, ahora es demasiado pacifico, aunque... aún retiene un poco la ira por su clan. Creo que nunca me dejara ir por completo. Así sea en contra de su tío, el clan, hasta con su padre... no puede negarme del todo. - hablaba con seguridad el demonio Belial.

–Yo también lo acompañé en sus inicios. - comenzó desde un apartado Leviatán, el demonio de la envidia. –¿Por qué esa inútil niña tiene que ser la heredera? ¿Por qué no debería aprender las tácticas secretas de mi clan y ella sí? - mostró una sonrisa que se fue haciendo una mueca. –El niño zorro arruino mi relación con él, así como con la de Lucifer.

Un carraspeo se escuchó en el lugar, llamando la atención de los demás demonios.

–¿De quién estamos hablando? - cuestionó Asmodeo, buscando unirse a la conversación.

–De alguien a quien ni tú podrías envolver. - declaró Lucifer con recelo.

–¿Acaso es un reto, Luci? - el demonio de la lujuria le mostró una sonrisa. –Todos sienten deseo... él no será la excepción.

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Asmodeo observaba desde cualquier espacio oscuro al joven Hyūga, su próxima víctima.

Neji caminaba por la aldea en compañía de sus compañeros de equipo.

Mm... necesito una tentación.

Pensó Asmodeo. Usando sus poderes, se convirtió en una mujer atractiva, capaz de robarle el aliento a cualquier hombre. O al menos eso pensaba.

Los otros 6 demonios se echaron a carcajadas cuando vieron como la lujuria era ignorada épicamente por el ojiperla. Ni siquiera había volteado a ver a tan hermosa y sensual mujer.

Eso si que fue patético. - se burló Lucifer, molestando a Asmodeo, pero éste no se molestó, solo debía intentarlo con más fuerza.

¿Cómo alguien puede ignorarme de esa manera?
No sentí su deseo.

Y fue cuando su atención reparó en la una chica presente, quien era la que tenía la atención de su víctima.

Ella...

–Es muy arriesgado. - comentó Leviatán al deducir la pensamientos de su amigo demonio. –No te atrevas a considerarlo.

–Ella tiene su atención. Un leve empujón es todo lo que necesita.

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Nejiten Week 2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora