Cansada, agotada y con sueño... así era que me sentía hoy.La noche la había pasado fatal; no pude dejar de pensar en aquel hombre del tatuaje en la barra.
No podía dejar de figurarme preguntas cómo: ¿Quién es?, ¿Qué es lo que quiere?, ¿Porqué parece a todos lados que voy?
Creo que alguna hora o dos de sueño al menos había tenido; pero definitivamente, a juzgar por cómo me sentía, no había descansado lo suficiente.
Carlos y Wesley están en el cuadrilátero practicando; Sam en el saco de boxeo.
Yo estoy sentada en una silla tratando de no quedarme dormida; cuando de pronto, veo al chico de ojos verdes atravesar la puerta del salón de clases.
—¿Algo tarde señor Jaxon? —Alejandro mira al chico cruzando los brazos sobre su pecho.
—Lo siento; me quedé dormido. —Dice con la mochila sobre un hombro.
—Bueno, que puedo hacer... es la primera vez que pasa. —Suspira el profesor. —Ve a cambiarte y a practicar. —Voltea los ojos dejando a éste pasar.
El chico pasa por frente mío, una linda sonrisa se dibuja en su rostro mientras me mira de reojo dirigiéndose a los casilleros.
—¿Y tú? —Alejandro se me acerca. —Parece cómo si hubieras peleado con siete leones. —Ríe.
—No dormí bien anoche, profesor. —Suspiro subiendo mi vista y mirándole al rostro.
Él se queda callado por un segundo observándome; creo que me regañará, debe estar pensando en cómo echarme de su clase por no haber hecho nada más que estar sentada en ésta silla en el día de hoy.
—Tus ojos me recuerdan a alguien. —Una sonrisa cálida se dibuja en su rostro.
—¿A quién? —Pregunto con curiosidad.
—A mi hermana. —Camina y se sienta en una silla junto a mí. —Tienes sus mismos ojos, Katrina. —Me observa.
—¿Dónde está ella?
—No lo sé. —Suspira. —La he buscado hasta el cansancio... pero, solo parece haber desaparecido. —Su mirada al suelo.
—De seguro la encontrará. —Le miro. —Encontrará una pista que lo llevará a ella.
—Ya he encontrado algo de ella... jna parte de sí misma. —Alza su mirada, sus ojos en los míos. —Y me hace muy feliz haberla conocido. —Sonríe levantándose de la silla, sus ojos cristalizados.
El profesor mira a Jaxon quién está alistándose en los casilleros.
—¡Ve a practicar con Jaxon, eso te dará energías! —Me da dos palmadas en el hombro y se retira al cuadrilátero.
Pobre profesor, espero que encuentre a su hermana; yo sé bien lo que se siente querer encontrar a alguien y no saber nada de su paradero.
Me levanto de ésa silla la cuál había visto mi trasero cansado por una media hora. Volteo mi rostro hacia los casilleros, veo al chico de ojos verdes de espaldas a mí colocando sus cosas en los compartimientos.
Me quedo observándole desde la lejanía.
De pronto, dejo de respirar por un segundo al verle quitar su camisa. Su espalda ancha, su cintura pequeña... puedes ver lo tonificados de sus músculos, lo fuerte de su cuerpo.
Trago hondo tomando el impulso que necesito para decir a aquel chico que practicara conmigo.
—Jaxon... —Murmuro parándome tras de él; mi mirada en el suelo evitando mirarle su tonificado cuerpo.
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Katrina Wolfrahan ©
Hombres Lobo[Segundo Libro] Katrina siempre había tenido sentimientos encontrados con respecto a sus verdaderos padres. El que estos, la hayan abandonado frente a la puerta de unos extraños, a ésta, nunca le sentó del todo bien. No es hasta que Katrina, cumpl...