El Sol

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Mamá solía decirme que el sol era la fuente de vida, la fuente de riqueza y el anhelo de los hombres, un astro tan grandioso que nos permitía vivir bajo su luz, tan brillante que cegaba al codicioso que lo mirase... Mi madre decía que el sol era justo en la guerra y el dolor.

Recuerdo escuchar esas palabras cuando aún era pequeña, cuando parecía una migaja rodeada de hormigas, recuerdo que por esos tiempos le temía a la idea de que quizás mañana el sol arrazara con todo lo que amaba, me recuerdo sentada bajo la sombra mirando la inmensidad de la luz amarillenta y como todos disfrutaban de esta.

Pero allí estaba yo, un ser diminuto e insignificante pensando en cómo el se tragaria todo, mi mente infantil sentía que era un monstruo gigante de fuego, hasta que conocí la maravilla de ver el agua reflejar la luz en la naturaleza, hasta que note como la luz ocultaba la fealdad del mundo, entonces allí estaba yo, un ser diminuto que aprendió que la luz era bondad y belleza.

Era extraño sentir el cálido abrazo de un astro alejado de mi, era extraño saber que ese astro era el centro del pequeño universo en el vivía. Fue más extraño cuando un día mi madre me contó que el sol se reflejaba en las personas para que dieran calor a los demás, no entendí eso, no entendí cuando ella me decía que yo era su pequeño sol y que yo le daba luz. No lo entendí aún cuando crecí y ya no era un ser diminuto, no entendí que significaban esas palabras.

No lo entendí hasta que la encontré, ella era más brillante que el sol, era más cálida que las tardes de verano, era más inmensa que aquel astro colosal, ella era mi fuente de luz, era quien me daba calor en los días en que mi corazón se congelaba, ella comenzó a ser mi sol.

Pero mi mente madura traía esos pensamientos de mi infancia, temía que el sol se tragara toda mi realidad, sentía escalofríos de solo pensar en cómo aquel sol un día podría destruir el débil mundo que había creado, aún siento ese miedo, aún me imagino sus llamas quemarme completa, aun siento que soy una pequeña hormiga en un mundo de gigantes...pero aunque mi pecho guarde ese miedo, mi mente siempre deja fluir ese recuerdo de la luz reflejada en el agua y como brilla magníficamente, entonces mis miedos se calman y disfruto en silencio el tiempo que me queda junto a este sol.

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⏰ Última actualización: Feb 11, 2022 ⏰

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