Lloró hasta que sintió que ya no quedaban lágrimas. Sintió la puerta abrirse y rápidamente le dió la espalda a la puerta y se hizo el dormido.
— Sunoo —dijo el castaño, implorando a que este le conteste.— Sunghoon, sé que estas despierto. Hablemos.
Y el azabache respondió algo débil, aguantándose las ganas de llorar una vez más.— S-solo duerme Sunghoon. Mañana hablaremos, ahora estoy cansado de todo esto.
— Mañana hablaremos —volvió a decir el azabache intentado convencerse a si mismo de eso.
Y así fue como Sunoo no durmió toda la noche, soltando silenciosas lágrimas. Vió al castaño dormir a su lado, llevó una de sus manos al rostro del mayor y le acarició lentamente.
— ¿Por qué tenías que ser tú quién rompa mi corazón Sunghoon? ¿Acaso conmigo no era suficiente? —preguntó en el menor en un susurro y con nostalgia.— Todo ya terminó verdad. Es hora de terminar con todo esto ¿no crees? —dijo nuevamente como si alguien le iba a responder, de a poco se fue acercando al rostro del mayor y le dió un beso, solo posando sus labios en los del contrario. Un simple roce, que tal vez duró un minuto o más, y tal vez el último.
Las horas habían pasado rápidamente. Sunoo miró la hora en su celular 5:43 de la madrugada.
Se levantó sin hacer ningún ruido, fue hasta su armario y sacó sus maletas. Las abrió con cuidado de no hacer ruido y se dirigió hacia su clóset y sacó todas sus prendas, llevándolas así hasta donde estaban sus maletas y metiéndolas sin importarle si las ponía desordenada. También metió sus tesoros más preciados; las fotos cuando eran adolescente que tenían con el castaño y las cartas que también le escribió este. Esos eran hermosos recuerdos para él, una vez que ya estaba todo listo, despertó al castaño.— Sunghoon, despierta —el azabache al no ver que este se despertaba lo zarandeó un poco para que se levante.— Sunghoon despierta, por favor.
Y el mayor se levantó, y una vez que se acostumbró a la luz, miró las maletas de su novio a un costado de la puerta.
— Sunghoonie —lo miró con preocupación.
Y antes de que Sunghoon hablara, el azabache habló primero, porque sabía que si el castaño hablaba primero iba a ceder y él ya no podría aguantar más, así que con todo el valor del mundo habló.— Sunghoon, me duele todo esto, mi pecho duele y arde como si tres camiones pasaron sobre él —sonrió triste el menor.— Sabes aún recuerdo como lloré por ti por primera vez, intenté borrar las mentiras que me decías. Lo logré, pero ayer cuando fui a tu oficina yo me rompí nuevamente en mil pedazos Sunghoon. Intenté borrarte pero no pude, tú te convertiste en mi todo. Mi corazón ya conocía este sentimiento de soledad que estaba por estallar, intenté esconder este dolor pero ya no lo soporte más. Te di mi corazón, te di el derecho de hacer con él lo que tú quisieras porque mi corazón te pertenecía y lo usaste, lo pisoteaste hiciste de él lo que quisiste. Quizás ese fue el error mío, pero no me arrepiento de nada, pero ahora sé qué hace tiempo dejaste de pertenecerme —rió, mientras lágrimas caían de su rostro. Tomó aire y continuó— Ya no te puedo tener, pero estoy bien amor, interminable es el dolor, las lágrimas vuelven a caer. Pero si tú eres feliz con alguien más, si puedes sonreír, entonces yo te extrañare mientras te olvido. Derramaré más lágrimas que hoy pero lo superaré. Solo espero que tú seas feliz. ¿Pero solo una vez, no te pusiste a pensar en mí?
— Sunoo, por favor para. Yo no necesito a nadie más que a ti. —Y el azabache rió tan roto.
— Sunghoon, ya no me necesitas más a mí, cuando vas con otra mujer entonces ya no me necesitas —dijo el menor.— Fuiste mi primer amor, fuiste mi primera vez, tú fuiste el primero en todo y no me arrepiento. Te amo tanto Sunghoon. Así que hasta el día que nos volvamos a encontrar, tal vez te estaré esperando. Eso solo es un adiós momentáneo pero si no lo es entonces espero que seas feliz.
Sunoo veía como el castaño dejaba caer un par de lágrimas— No llores Sunghoon, no lo hagas porque —se le quebró la voz— porque cederé, no llores por favor te lo suplico —dijo el menor mientras se acercaba a los labios ajenos y los besaba lentamente, el castaño correspondió el beso, uno lento que sellaba el final de esta historia.
— Sunoo, no puedes dejarme. No me dejes por favor —rogó el mayor.
— Lo siento tanto Hoon, pero yo ya lo he decidido. Tal vez algún día el destino nos reúna pero si no es así, entonces no estábamos hechos para estar juntos —dijo el menor mientras miraba su mano y el dedo anular en donde estaba ese hermoso anillo de compromiso que adornaba su mano y con todo el dolor del mundo se lo sacó.
Puso el anillo en las manos de Sunghoon y limpió las lágrimas del mayor mientras le dejaba un suave beso en la frente y caminó hacia su maleta agarrándola y saliendo de la habitación. Al llegar a la puerta principal miró hacia atrás y dijo— Adiós, mi amor siempre te amaré. —Mientras dejaba atrás lo que tanto amaba, pero también lo que tanto le hizo sufrir. Y si solo tal vez en un futuro podrían volver.
Porque su destino era conocerse pero tal vez no estar juntos.

ESTÁS LEYENDO
Good by my love. ‹𝟹 Sungsun
Fanfiction─ Ya no me necesitas más a mí ─dijo con un dolor en su pecho. ❛ Aunque las despedidas sean tristes y me duela el corazón, decir adiós es lo mejor. ❜ -GBML ──⠀۪ ୨୧ ۫sungsun ──⠀۪ ୨୧ ۫angst ──⠀۪ ୨୧ ۫adaptación autorizada ©ResetG