El néctar de un beso

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El néctar de un beso.

Era una tarde como cualquier otra.

Cotidiana.

Eso no significaba algo malo en lo absoluto, había tenido un día tranquilo en la escuela, había entrenado con el equipo de basquetbol, y ahora pasaba tiempo con Amity, la odiosa rival convertida en una de sus mejores amigas.

Y en bastante más...

Pero eso no era importante... No ahora...

Luz observó a la chica que leía a su lado, sonrió y contuvo un suspiro.

Tal vez si era importante...

Pero no tenía caso.

Amity nunca la tomaría en serio.

Y era todo culpa suya.

Pues verán, Luz y Amity, como ya se mencionó, no siempre se llevaron del todo bien, sino todo lo contrario, cuando la joven estudiante arribó a la prestigiosa escuela de Hexide, chocaron en más de una ocasión.

Amity Blight era la señorita perfecta, calificaciones perfectas, familia perfecta, estatus perfecto, cabello perfecto... Teñido de rubio.

Y, de hecho, la propia familia Blight era tan perfecta, que parecían haber sido hechos cuidadosamente por algún experto artesano.

Parecían.

Y fue Luz quien logró... Descolocar a la más joven de sus hijas.

Hacía casi tres años que Luz se había convertido en la sensación de Hexide.

No siempre por cosas positivas...

Pero mientras que Luz era un huracán en la escuela y un dolor de cabeza constante para el director... También era una alumna brillante que ingresó a la prestigiosa escuela bajo la recomendación de la subdirectora tras hacer una presentación extraordinaria.

Y... Conforme a ello, Luz fue ganando reconocimiento, diploma tras diploma y docenas de reconocimientos, acercándose poco a poco a ganar el lugar de representante académico de Hexide.

Título que le pertenecía a Amity Blight, quien además de hermosa e inteligente, era reconocida por ser altamente competitiva.

Peligrosamente competitiva.

Si a esto le sumas que de alguna manera Luz se las arreglaba para involucrar a Amity en un ochenta por ciento de sus travesuras y desventuras...

No era de extrañar que la joven heredera detestara a la nueva estudiante con todo su ser.

Y Luz...

No...

Ella nunca odio a la joven rubia.

Bueno, tal vez sólo un poco al principio.

Pero tras apenas conocerla, en las múltiples actividades en las que se topaban sin querer, se encontró a sí misma fascinada con ella, con su inteligencia, su ingenio, su brío y ferocidad.

Y ¡Oh! ¡Que divertido era fastidiar a Amity Blight!

La joven enrojecía de manera sobrenatural al presionar los botones adecuados, en público la mataba con la mirada, y en privado le gritaba los más creativos insultos mientras luchaba contra el impulso de quemar su beanie y arrancarle los cabellos.

Comportamiento qué al parecer, sólo Luz conocía, ya que al contarlo a los demás, únicamente su amiga Willow le creía.

Y así, para molestar y divertirse con la joven Blight, Luz disfrutaba de hacerle pequeñas e inocentes bromas.

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