Little Miss Perfect

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Basado en la canción Little Miss Perfect de Taylor Louderman.

Consejo: Escuchadla con letra cuando terminéis de leerlo.

***

"Muy bien, Jimin. Sigue así"

"Increíbles notas Yu Jimin. Te has superado."

"Miss Perfecta"

"Es sorprendente como consigues llevar tantas cosas al mismo tiempo, señorita Yu."

Alagos y alagos por parte del profesorado, de los secretarios de dirección, incluso del propio director. Ser jefa estudiantil lleva mucho trabajo y esfuerzo pero escuchar aquellos comentarios hacia que mereciera la pena. Perderme fiestas, ser estricta con mi tiempo libre o llevar cada trabajo al día merecía la pena si sentía aquellos comentarios que subían el ánimo a cualquiera.

Cuando llevas una vida complicada, con unos padres adoptivos complicados y aún así tienes el valor de seguir adelante, llega un punto en el que te paras y piensas; ¿Cómo he llegado hasta aquí yo sola?

Pero ahí me doy cuenta de que todo esto lo he construido yo, lo conseguí con esfuerzo y perseverancia, y por esos motivos me enorgullece escuchar aquellos alagos. Me hacen feliz, eso creo. Ese sentimiento supongo que será lo que todos llaman felicidad.

Mantener esta vida estable era lo único que me motivaba cada día así que sí, ser presidenta del consejo estudiantil llevaba su trabajo, pero lo disfrutaba.

Al salir de la sala de profesores me dirigí directamente a mi casillero para coger los libros de las próximas dos horas, pero antes de poder llegar vi que había una chica delante de él. Una chica morena, de pelo corto.

No podía verle bien la cara pues parecía un poco perdida mirando hacia los lados. Estaba acostumbrada a que llegaran estudiantes nuevos al centro y era casi rutinario tener que ayudarles a encontrar su aula, pero cuando quise acercarme a ella... Se giró. Y la vi.

Y sentí como algo en mi interior ardía como mil cohetes en fiestas.

Su rostro era angelical. Tenía los labios rosados, y aquellos ojos... Esos ojos eran los mas puros que había visto nunca. Un par de mechones caían bajo su frente en un flequillo alborotado, su piel era pálida como la nieve. Pero aquella nieve que deseas ir a ver un día de invierno.

Eso que hizo que mi rostro se ruborizara fue tan intenso que no pude acercarme a ella, ni siquiera pude dirigirme a mi casillero. Amaba tener todo bajo control, pero aquella fue la primera vez que sentí el verdadero caos en mi interior.

Me escondí tras la máquina expendedora y suspiré.

—Jimin eres idiota, ¿qué te ocurre? —dije en voz alta para mí misma.

No podía atraerme una chica, no podía ni siquiera pensarlo. Tan solo el imaginarlo hacía que mis planes cayeran por su propio peso, todo lo que había construido que iba dirigido a la perfección ya no sería perfecto, ya no estaría tan bien visto. Mis padres... No, definitivamente no era lo que tenía pensado.

—¿Te escondes de alguien? —susurró una voz que me hizo saltar de un espasmo.

—¡Ningning! ¡Qué susto!

—Tranquila —rió—, digo que si te escondes de alguien.

—¿Qué? ¿Yo? Yo no —intenté contener mis nervios, hice lo que pude.

—¿Y que haces aquí detrás? Tenemos clase en tres minutos.

—¿Eh? —miré mi reloj— Ah si, es cierto. Tengo... Tengo que ir a la taquilla.

Little Miss Perfect | winrina OSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora