Y ahí estaba yo, sentada llorando, mientras muchas personas pasaban frente mío y no notaban mi presencia ni mi dolor. Me estaba desmoronando por dentro cuando oí su voz.
-_____, ¿qué haces aquí?- me pregunto Key mientras se sentaba junto a mí, inmediatamente noto mis lágrimas y tomo mi rostro entre sus manos- oye, ¿qué pasa? No llores, tranquila ¿sí?, no llores- dijo mientras me ofrecía sus brazos, sin pensarlo dos veces me acurruque entre ellos y entre sollozos le dije un ‘Gracias’ a Key- No hay de que _____, eres mi amiga, es lo menos que puedo hacer si te encuentro llorando en el parque.
En ese momento decidí que dejaría de pensar, solo actuaria.
-Key, necesito que me lleves a algún lugar, y hagas que me olvide de toda la mierda que hay en este mundo- Key me miro perplejo, tomo mi mano y comenzó a dirigirme hasta su casa, me dijo que subiera al auto y así sin más me fui con él. No pregunte a donde iríamos, lo único que quería era irme, irme de este lugar, alejarme lo más que pudiera.
-¿No quieres saber a dónde vamos?- me dijo mientras veía la carretera.
-La verdad, no, pero si quieres dime- le dije mientras jugaba con mis manos.
-Vamos a Los Ángeles- lo mire con los ojos bien abiertos, debía de estar bromeando.- ¿Porque me miras así? Querías que te llevara lejos, y eso es lo que hare, por dos días estarás lo más lejos de ese pueblo que sofoca demasiado, así que duérmete si quieres, que será un viaje algo largo. No hablamos más, al poco de la media hora me quede dormida.
Luego de un tiempo sentí que Key movió lentamente mis hombros para despertarme, abrí los ojos y volteé a mirarlo.
-Ya llegamos- me dijo con una sonrisa. Inmediatamente baje del carro y mire al horizonte, y ahí frente a mi estaba la playa de Los Ángeles, mostrándome un perfecto amanecer.
-¿Alguien te ha dicho que manejas como un loco?- le pregunte riendo, el solo se encogió de hombros- nos trajiste demasiado rápido.
Key camino hacia mí y se quedó parado a mi lado, observando al atardecer. Fue un impulso, me acerque a él y lo abrace, hundí mi cara en su pecho y le dije: ‘Gracias por todo Key, a veces desearía que no hubiera nada que nos separara, que pudiera estar contigo siempre’. El tembló lentamente ante mis palabras y rodeo mi cintura con sus brazos y me hizo verlo. Levante mi cabeza y mire fijamente sus ojos, diablos, con la luz del atardecer se veía realmente hermoso, era como un ángel frente a mí.
-A veces siento que hay más que distancia entre nosotros, puede que no estemos juntos todo el tiempo, que yo esté aquí y tu allá, pero tu bien sabes _____ que nunca podrás quererme como algo más que un amigo, tú quieres a Jonghyun, y yo, bueno _____ debo admitir que te bese aquel día y te dije aquellas palabras, para ver qué pasaba y en ese momento me di cuenta, de que lo único que siento por ti es una verdadera amistad, y que contigo no podré olvidar a esa persona que se llevó mi corazón consigo hace más de un año, y tú sabes que conmigo no podrás olvidar a Jonghyun.
No le hice preguntas, simplemente asentí y lo abrace más fuerte, y ahí estábamos, Key y yo abrazados viendo un atardecer en California. Aunque estaba muy lejos de donde estaba Jonghyun, ahí estaba yo pidiéndole a las estrellas por su corazón, para que perteneciera a mí. Porque justo cuando sentía que debía renunciar a nosotros, el volteo y me dio una última mirada, que me hizo sentir mejor, pero mis ojos comenzaron a llorar y ahora estoy tan confundida, porque quiero preguntarle si me ama, si me ama a mi o siquiera a su Cenicienta, tal vez he estado soñando demasiado.