[Recomendación Musical: I Love You- Avril Lavigne]
-Que te amo- oír esas palabras salir de su boca fueron como un puñetazo contra mi estómago, y cuando se inclinó más y su boca atrapo a la mía en un beso, mi mundo daba vueltas. Y en ese momento, después de haber oído esas palabras salir de su boca, con su boca sobre la mía, sus manos en mi cintura y las mías en su cuello, la verdad me invadió por completo. Jonghyun era más que un tonto enamoramiento, era amor de verdad, lo amaba por todo lo que él era. Pero la realidad era que me tenía que ir, tenía que irme de este estúpido pueblo cuando por fin había alcanzado la felicidad en su totalidad. El dolor era inmenso, y aunque el amor también lo era, seguía esa mentira detrás de todo, no le había dicho a Jonghyun que yo era...
-Mi Cenicienta Descalza- dijo en un momento en que nuestras bocas se separaron para buscar aire, luego el abrió los ojos y creo que, todo se arruino...la expresión de su cara cambio por completo- no...no puede ser.
-Jonghyun- dije para luego pararme del sillón, el hundió su cara entre sus manos- yo, yo no sé qué decir.
-Dime la verdad- dijo y se paró, enfrentándome, agarrando mi muñeca con tal fuerza que comenzaba a lastimarme.
-Jonghyun me lastimas...
-¡CONTESTAME!- me grito y eso ocasionó que diera un brinco del susto- perdón, no fue mi intención hablarte así- dijo y resoplo, era sincero, Jonghyun siempre era sincero- pero dime _____, eres tu...mi cenicienta descalza- poso su mano en mi mejilla, con tanta delicadeza como si yo fuera una muñeca de porcelana que pudiera romperse al tacto, o como si cuando él me tocara yo me esfumaría.
Pasamos segundos así, en silencio. Solo manteniendo una mirada que decía más de mil palabras, decía la verdad, decía el amor oculto, decía un amor verdadero.
-Dios, te amo tanto- y su boca volvió a atrapar la mía. ¿Era posible que los labios de Jonghyun ya se hubieran vuelto como una droga para mí luego de tan solo 3 besos? Si 3, no conté mal. El de la fiesta, después de que me dijo que...me amaba y este.
Pero a pesar de todo yo...yo tenía que irme. Haciendo el mayor esfuerzo del mundo me separe de el- ¿qué pasa?- me pregunto cuando ya había recobrado el aliento, mi mano en su pecho, deteniéndolo. Sus manos aun en mi cintura.
-Jonghyun, esto no puede ser...- y su expresión de dolor fue como una puñalada en mi pecho.
-¿Por...por qué? Tú me amas, yo te amo, todo es perfecto- dijo y beso mi mejilla, luego mi cuello y cuando iba a volver a besarme en los labios lo pare, y dije las palabras que quisiera no hubieran salido nunca de mi boca.
-Por qué yo no he podido olvidar a alguien- le dije. Y su expresión se tornó a furia pura.
-¿Es a ese tal Kai no? El que me contesto la llamada cuando estabas en Los Ángeles, ¿verdad?- y me dio la espalda. Un sollozo se escapó de su boca, y no pude más, me acerque a él y puse mi mano en su hombro- no me toques- se alejó más de mí.
-Jonghyun yo, aun podemos...- pero no me dejo terminar.
-No _____, no quiero tu lastima, no quiero volver a verte en mi vida- y el mundo se me vino encima con esas palabras. Pero tenía que ser fuerte, no podía permitirme llorar.
-No Jonghyun, no es lastima es amistad es...
-¿QUE NO ENTIENDES? LARGATE ______, NO QUIERO TU MALDITA AMISTAD, LASTIMA, COMPACION, LO QUE TENGAS QUE OFRECERME QUE NO SEA TU AMOR NO ME INTERESA- las lágrimas se derramaban por sus mejillas, dios como dolía verlo así, como duele ver al amor de tu vida llorar. Pero por bien de él y por el mío, tenía que irme, y en una semana me iría, y podríamos vivir en paz, las cosas volverían a cómo eran antes, antes de que me volviera la estúpida Cenicienta Descalza.
-Está bien...- le dije, estaba a punto de salir de la casa, pero un impulso hizo que me girara y corriera hasta a él. No se movió y nos miramos fijamente, lo bese, era el beso de despedida...-Adiós Jonghyun, te extrañare tanto.
Sin más salí corriendo de su casa, no podía llorar, no debía llorar.
Luego de unos minutos llegue a mi casa.
-¿Cómo te fue?- me pregunto mi mama al entrar, y al ver mi rostro lleno de lágrimas solo corrió a abrazarme- todo estará bien querida, tranquila hija no llores.
-Mama...LO AMO, MALDITA SEA LO AMO, pero debo irme...
Y así paso la noche, mi madre tratando de consolarme, pero sabía que todo este sufrimiento se haría más leve cuando estuviera a millas de él, cuando hubiera un océano entre nosotros.