Capitulo 11

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Kagome miró entre ambos con nerviosismo teniendo una pequeña idea de lo que estaba pasando, la pelea empezó porque el lobo se estrelló contra ella. Quiso acercarse a Jared para consolarlo al ver la mirada lastimosa en su rostro, pero Jacob la detuvo poniendo su cuerpo frente a ella mientras gimoteaba suavemente

'no lo consueles'

Fue lo que dijo Jacob, pero kagome solo pudo mirarlo con sorpresa ante la repentina acción del lobo marrón. Asintiendo inconscientemente se quedó quieta mientras acariciaba a Jacob quien agitó la cola al ver que kagome no se había acercado a Jared, él realmente necesitaba aprender su lección

Jared se recostó en el suelo mientras mantenía sus orejas agachadas con una expresión lastimosa en su rostro. Gimoteo un par de veces e hizo ojos de cachorro abandonado al ver que había captado la atención de kagome. Incapaz de seguir ignorándolo rodeo a Jacob y se acercó a Jared quien aún estaba tirado en el suelo como perro regañado

"estoy bien" se arrodillo en el suelo mientras acariciaba su cabeza con cariño "solo tienes que ser un poco más suave la próxima vez"

Al ver que kagome no estaba enojada se sintió aliviado, pero su felicidad se cortó rápidamente al ver el rostro irritado de Jacob. Sintiéndose un poco asustado y al mismo tiempo travieso se levantó con cuidado de no golpear a kagome y entonces lamió la mejilla de kagome con amor antes de correr hacia el bosque mientras escuchaba los ladridos y aullidos irritados de Jacob

Kagome sonrió con diversión mientras limpiaba su mejilla haciendo que Jacob se sintiera un poco mejor. Con cuidado se acercó a kagome y sin dudar restregó su mejilla contra la suya esperando borrar el olor de Jared, sería bastante duro tener solo su olor en kagome ya que tendría que compartirla con el resto de la manada

Recostándose en el suelo vio a kagome entrar a su casa solo para que regresara rápidamente a él con una computadora en la mano y también una manta. Entonces sin dudar se sentó a su lado mientras recargaba su espalda contra su pecho haciendo que jacob empezara a agitar su cola alegría al pensar que kagome estaba empezando a acostumbrarse a ellos

Sintiendo que no debía de moverse para no molestar a kagome se quedó quieto mientras miraba lo que kagome estaba buscando en la computadora. Eran un montón de calentones, mantas calientes y diferentes cosas para calentar una casa o habitación. Notando la mirada de Jacob en la computadora kagome hablo

"cada día esta haciendo mas frio y mi casa es extremadamente fría" Kagome habló alegremente mientras acariciaba su pelaje "en estos momentos me gustaría meterte a la casa y que durmieras a mi lado, lastima que eres demasiado grande para entrar por la puerta"

Kagome habló con ligera decepción mientras regresaba su vista a la computadora esperando encontrar algo bueno y barato para comprar. Jacob por su parte estaba con la vista perdida mientras las palabras de kagome resonaban por su cabeza una y otra vez, él también quería entrar a la casa, pero no podría hacerlo en su forma canina

Era hora de acercarse a ella en su forma humana y lentamente hacer que ella los aceptara, sería difícil, pero tendrían que hacer que pasara, y mientras más rápido sería mejor. Toda la manada tendría que reunirse lentamente con ella en el pueblo, tendrían que ser encuentros casuales y tal vez podrían terminar llegando a crear una relación de confianza con ella en su forma humana. Tendría que hablar con el resto cuando volviera a la cabaña de sam o cuando toda la manada no pudiera soportarlo y llegarán a la casa de kagome, que seguramente sería mañana ya que ella descansaría

Y como si fuera un profeta toda la manada llegó al día siguiente casi a la hora en la que kagome se despertaba. Jacob miró a la gran manada escondida entre los arbustos antes de bufar ligeramente al notar todas las miradas expectantes que había sobre la casa de kagome. Emitiendo un suave aullido hizo que todos salieran de sus escondites y terminaran frente a la puerta trasera de la casa donde sabían que kagome saldría en cualquier momento ya que podían escucharla cocinar

'creo que es tiempo de que hagamos algún tipo de plan para hacer que nos acepte'

La voz de Jacob resonó en sus cabezas. Al instante todos asintieron

'necesitamos hacer que nos acepte primero en nuestra forma humana' quil hablo haciendo que todos lo miraran 'empecemos haciendo pequeños encuentros con ella en la ciudad, hasta que ella nos acepte como una especie de amigo, y luego lentamente tendremos que formar un lazo de confianza'

Al escucharlo no pudieron evitarlo con admiración, era un buen plan, lentamente kagome los aceptaría hasta que pudieran confiarse secretos entre ellos. Tomaría mucho tiempo, pero tenían confianza en lograrlo, y con suerte aceptaría a toda la manada entera como su compañero, algo completamente loco ya que en esta época era algo mal visto

Ese último pensamiento hizo que todos se movieran un poco incómodos. Si kagome se sentía incómoda al tener tantas parejas lastimaría a todos

'eso es muy malo'

Seth habló haciendo que todos asintieran

'tal vez solo podemos hablar lentamente con ella sobre tener muchas parejas' paul habló ligeramente esperanzado 'podríamos contarle beneficios u algo así'

En realidad, había muchos veneficios, nunca estaría sola, siempre abría alguien que la ayudara, también podría tener mucho sexo. Ese último pensamiento hizo que todos sonrieran ligeramente, pero sus pensamientos impuros se cortaron cuando la puerta finalmente se abrió

"están todos aquí"

Kagome murmuró ligeramente sorprendida al ver una gran manada de lobos reunida en una especie de círculo. Si lo pensara un poco más diría que estaban teniendo una especie de reunión u algo así, parecían extremadamente concentrados en algo. Al escuchar la voz de kagome todos agitaron sus colas inmediatamente con expresiones entusiasmadas

El primero en acercarse a kagome fue Seth quien inmediatamente pidió ser acariciado. Sonriendo kagome cumplió su pedido antes de abrazarlo mientras enterraba su cara contra su cuello suave

"realmente quiero tenerlos sobre mi cama"

Eran extremadamente cálidos, cómodos y suaves, eran las almohadas perfectas, si no fueran tan pesados incluso los usaría como mantas, pero lastimosamente no podía. Suspiro un poco decepcionada ante sus pensamientos tristes, sin darse cuenta de la rigidez y tensión de todo el grupo. Sus palabras no habían sido las más apropiadas en ese momento 

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