[Park Jimin sufre de amnesia, incapaz de recordar su pasado. Para recuperar sus recuerdos perdidos, es ingresado en una misteriosa institución. Pronto, eventos inexplicables empiezan a perturbar su estadía: apariciones espectrales, susurros inquieta...
Después de un rato, sonó la campana anunciando que ya había pasado la hora del almuerzo.
El primero en levantarse e irse fue Hoseok. Saludó de forma apresurada a todos en la mesa y salió casi corriendo del lugar, como si estuviera compitiendo en una maratón por llegar primero.
Taehyung y Jungkook no le prestaron atención, pero a Jimin le picó la curiosidad y decidió preguntar.
—¿Por qué Hoseok se fue tan rápido? —inquirió.
Taehyung alzó la vista, apartando la mirada de su plato de comida con el que ahora jugaba, y le regaló una pequeña sonrisa.
—Ah, eso. Sí, no te preocupes, ese es su horario para encontrarse con el señor Lee, y tiene la mala costumbre de llegar siempre tarde. Tal vez, como estás aquí, quiere ser puntual para causar una buena impresión, o que se yo. —Encogió los hombros como si no le importara realmente y volvió a jugar con los pequeños granos de arroz que quedaban en su plato.
—Y... ¿A qué hora van ustedes con el señor Lee? -preguntó Jimin, intentando obtener información para averiguar su propio horario.
Jungkook suspiró con molestia al ver que Taehyung no respondía, ya que estaba absorto en sus cosas. Odiaba que jugara con la comida, pero sabía que por más que se lo dijera mil veces, no dejaría de hacerlo, y se había cansado de intentarlo, aunque tampoco insistió demasiado.
—Nuestro horario es a las 15:00. Vamos juntos ya que somos mellizos, y el señor Lee dice que es mejor para avanzar más rápido.
Jimin cerró los ojos y comenzó a rascarse la cabeza con los dedos, tratando de recordar su horario.
Jungkook alzó una ceja, mientras que Taehyung soltó una pequeña risita.
—¿Qué haces, acaso tienes piojos o qué? —bromeó Taehyung.
Jimin miró hacia los lados con algo de vergüenza y rascó un poco más fuerte su cabeza.
—No... Solo no recuerdo a qué hora debo ir donde el señor Lee... —confesó finalmente, desviando la mirada hacia un lado.
—Oh, no te preocupes. Si no sabes tu horario, simplemente pregúntale a Jin —aconsejó Jungkook, haciendo una pausa antes de continuar—. Seokjin siempre está en el salón que está al lado del comedor a esta hora. Sal y da unos tres pasos a la izquierda, y lo encontrarás.
Jimin asintió, se levantó y siguió las indicaciones de Jungkook, encontrando una pequeña sala con ventanas transparentes que dejaban ver su interior. Estaba poco iluminada, con solo una lámpara que arrojaba una luz tenue. A pesar de su tamaño reducido, estaba bien amueblada, con una mesa de madera donde se podía comer o tomar notas, una estantería de pared repleta de libros y otra llena de cuadernos con anotaciones, junto con un par de pequeñas plantas, cuya autenticidad desconocía Jimin. Al fondo, se veía un pequeño escritorio que parecía nuevo, pero no sabía su propósito.
Seokjin estaba allí, sus cabellos violetas destacaban en las paredes blancas, parecía una uva que había crecido de manera desproporcionada. Estaba solo, comiendo sobre un pequeño plato lo que parecía ser curry. Jimin no vio a su otro compañero en ningún lado, por lo que supuso que estaría ocupado en alguna otra cosa.
Jimin miró a su alrededor y dudó por un par de segundos, jugando nerviosamente con sus manos. Estaba algo inquieto y le daba vergüenza preguntar su horario. Tal vez no fuera gran cosa, pero para él era importante. Era su primer día, y ni siquiera podía recordar unas simples palabras. Se sintió lamentable.
Antes de que pudiera dar un paso hacia atrás, lleno de arrepentimiento, la puerta se abrió, y Seokjin se sorprendió al verlo. Abrió los ojos de par en par y lo miró de arriba abajo.
Jimin pensó en cualquier excusa y se apresuró a hablar.
—¡L-lo siento yo...
Pero fue interrumpido.
—Oh, Park Jimin, ¿qué sucede? ¿No recuerdas tu horario, verdad? —apoyó su mano en la cabeza de Jimin, revoloteando los cabellos azabache de un lado a otro.
Jimin apretó los labios y bajó aún más la mirada, sin decir una palabra.
Seokjin se agachó para mirar a Jimin a los ojos. Sus ojos azules brillaban de manera intensa en la penumbra, parecían gemas de lapislázuli, aunque a la luz parecían más bien aguamarina.
—No te preocupes, es normal olvidarse de algunas cosas. La mayoría viene aquí a preguntar su horario el primer día. Bueno, creo que el único exento de esta regla fue Taehyung. En fin, tu horario es a las 18:00, así que tienes casi todo el día para hacer lo que quieras. —Apretó la mejilla de Jimin de forma juguetona.
—Gracias, siento las molestias -se disculpó Jimin, sin atreverse a alzar la vista.
—No es ninguna molestia, para eso estoy aquí.
Jimin hizo una pequeña reverencia y se fue de allí, volviendo a donde estaban los mellizos. Sin embargo, ya no estaban en la mesa. En su lugar, había otra persona que comía lentamente mientras un libro descansaba a su lado.
Jimin se preguntó si esa persona sería Min Yoongi. Dudó nuevamente si acercarse o no, pero al final, decidió seguir el consejo del señor Lee y se dirigió hacia la mesa.
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Holis espero les haya gustado el cap
Así se ve el jin de esta historia aunque con otro color de ojos, pero bueno, a veces la IA hace lo que se le canta xd
