En Nuestro Muelle De Loto ^Historias Cortas^

7. ¿qué sientes por mi?

Mi almohada me preguntó: ¿Quién es esa persona con la que sueñas siempre? Yo le contesté: "Es el amor de mi vida..."
/Desconocido.

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- Dime, Lan Zhan, ¿El ratón te comió la lengua?

Esbozó en un tono algo cínico y un tanto burlesco. Aunque debía admitir que verlo tan callado le parecía algo demasiado lindo de su parte. Quién diría que el chico prestigioso de Gusu resultará ser tan atractivo.

- Hmmm, ¿Si? Dime, Lan Zhan.

No, en realidad no esperaba que dijera nada, simplemente era él mismo colmando su paciencia. Después de todo, realmente extrañaba hacer eso y más si se trataba del mismísimo Lan WangJi.

Sin embargo, toda la situación dió un giro totalmente inesperado. Ahora estaba allí, besando aquellos labios que tanto anhelaba, eran dulces, suaves, eran todo un néctar que dejaba por desear mientras más tenía de ellos. Sin embargo, su beso fue algo pulcro, no había nada malintencionado en ello, solo era una muestra de sus sentimientos.

"¿Que estoy haciendo? No, no. Debo parar."

Y con esto, se separó, ¿Ahora como podría mirar aquel rostro? Sin duda estaba avergonzado y como no. Después de todo, no sabía si sería correspondido.

- ¡Ah, Lan Zhan!

¿Qué hacía? Ahora se encontraba recostado en la mesa. ¿Por qué? No lo sabía. Pero de algo sí estaba seguro, su corazón latía con una fuerza inexplicable, no paraba.

- Lan Zhan, no me hagas daño yo, yo sólo...

¿Solo que? No podía mentir, ni siquiera tenía algo por decir, ah...

¡Alto! Llegó a percatarse del brillo que transmitían los hermosos orbes del adverso, ¿Por qué?

Esto solo hizo que cierto escalofrío le recorriera. Dejandose llevar por su "querer" dejo unas caricias con su dedo indice en la mejilla adversa.

- Lan Zhan...

Aceptó, nuevamente su contraparte estaba allí incitando, está vez de manera consciente. Sus propios orbes se postraron en la comisura de los labios ajenos y ah, solo deseaba romper la distancia en otro beso más. Solo esperó a la acción de su contraparte tratando de controlar sus anhelos para así ceder.

- ¿Que sientes tú?

Era todo un misterio o simplemente este era muy distraído. Lo cierto es que deseaba saber que tenía en mente aquel, que quería...

"¿Por qué?"

Quien indagaba era él, su voz dulce y su gesto que era causa de sus suspiros... Ah, si no era correspondido optaría por desaparecer; la situación era todo un martirio, solo quería que aquel rompiera toda aquella barrera, lo añoraba.

– Porque yo...

Justo antes de poder responder fue interrumpido por aquel y... ¡Gracias a los cielos! Se sentía genial, el lindo baile triunfal que hacían sus labios era sin duda una maravilla, se acoplaban demasiado bien y bueno, la emoción que le generaba era algo inigualable.