REENCUENTRO

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EPÍLOGO

15 MAYO 2020

Una hermosa mujer de delicados modales y lacia cabellera rubia, hojeaba las páginas del periódico poniendo especial cuidado en la sección de sociales.

—¡Huy, pero fea que ha salido en esta foto Khloe!   Le dije que ese cirujano no le convenía, pero la muy necia no me hizo caso. Ji, ji, ji, la boca le ha quedado toda hinchada, ji, ji, ji.    Pero... pensándolo bien esto me conviene, así en la velada de los Walton yo seré la más hermosa. [bostezo] Después de vacacionar toda esta temporada por Los Hamptons, tengo muchas noticias con las cuales debo ponerme al día.    Mmm a ver, de qué evento me he perdido.

La rubia mujer seguía criticando cada noticia que miraba de la página de sociales; hasta que su mirada se posó en una foto, cuya protagonista reconoció al instante.    Se paró de golpe con el periódico en la mano y en voz alta leyó.

—« Recital de ensueños. Un recital de otro mundo fue exhibido por la señorita Candice White, el día seis de mayo en la mansión del famoso empresario Richard Granchester para un grupo exclusivo de asistentes, entre los que figuraron grandes empresarios musicales y artistas del medio.     El motivo de dicho recital fue la celebración del cumpleaños de la exitosa violinista.    Se rumorea que el hijo del magnate contraerá nupcias muy pronto con la talentosa joven; pues ese día colocó en su mano, un precioso anillo de compromiso.»

Al terminar de leer la noticia, la mujer solo optó por arrugar el periódico y aventarlo al sillón. Estaba realmente furiosa con aquella noticia que no se escapó en hacer un berrinche sin importar que la servidumbre la observara. —Grrr... ¡Maldita callejera!, pero si resultaste ser una trepadora, ¡y de las más astutas!

La furibunda mujer daba vueltas y vueltas en su elegante sala pensando cómo es que había hecho aquella muchacha para trepar tan alto.    Tanta era su molestia que no escuchó los pasos del hombre pelirrojo que acababa de llegar.

—¿Qué te sucede cariño? ¿Por qué estás tan molesta?

—¡Neal! ¿Me puedes explicar cómo es que no fuimos invitados al recital que se dio en la mansión Granchester?

—¡Oh, eso! Vamos cariño, para serte sincero, sí me extendieron una invitación, pero esos recitales de música clásica me dan sueño; así que no le presté atención. Además no quería ver nuevamente al idiota de Granchester.

La mujer agarró el periódico y trató de enseñar la foto que estaba toda maltrecha.   Con el dedo índice le señalaba a todos los asistentes de dicho recital. —¡Mira! En este recital estuvo toda la élite de la sociedad y por tu culpa no asistí al evento de la temporada—.

—¡Caramba mujer! ¡Todo te molesta! Tu ni siquiera sabes o entiendes de música clásica; y hasta te aburren esos eventos. ¿Para qué querías ir a este recital en especial?—Inquirió el hombre ya con voz molesta.

A la rubia mujer se le pusieron los ojos como platos; con voz chillona se quejó—¡Me estás llamando burra!? ¿o piensa que no tengo modales?

Neal ya fastidiado con la quejadera de aquella, se levantó molesto y optó por servirse un vaso de whisky escocés fino.    Ya era hora de dejar en claro lo que significaba esa mujercita en su vida

—Mira Susana, tienes que tener en claro algo; las mujeres como tú solo son simples entretenimientos para hombres como yo, o si lo quieres ver de otro modo; pues, solo son damas de compañía.    Por lo tanto no estás en posición de exigir nada; ni mucho menos ordenarme que asista a un sitio que no deseo. ¡Espero que te haya quedado claro!

Susana se puso en actitud de ofendida y pretendió abofetear a su acompañante, pero Neal que era un hombre de mundo, sabía perfectamente cómo eran las reacciones teatrales de ella y con rápido movimiento detuvo su intención.

La violinista callejeraUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum