= Prisión Antártica =
El hombre se tensó al sentirse observado, llevándolo a la incomodidad—¿ Por qué estamos en la misma prisión que esos monstruos?
—Por que tú también lo eres.
—Soy humano.
—¿Y eso que? Cometiste algo atroz, no te quejes.— el reo miró hacia un lado, encontrándose con el perfil de un joven que era parte del grupo de los llamados monstruos o demonios.— Apuesto a que ellos están encerrados aquí por lo que son y no por lo que hicieron.— murmuró, regresando la mirada a su compañero que lo miraba como si estuviera loco.
El hombre bufó.—Salir es una tortura, siempre hace frío.— se quejó, cambiando el tema radicalmente.
Su expresión aburrida se alejó de los reos que se situaban a unos metros de donde él estaba y puso los ojos en blanco al taparse los oídos.— Ugh, cómo se quejan.
No los aguantaba y si su memoria no le fallaba, nunca lo había hecho, es más, apostaba a que no aguantaba a los humanos desde el momento en que nació o quizá desde mucho antes de nacer.
Por eso, se alejó de ahí, ya harto de escuchar hablar a aquel par de humanos.
Su nariz rojiza debido al frío olfateó el aire y un escandaloso bostezo emergió mientras se abrazaba, fingiendo buscar calor; porque en realidad no lo necesitaba, era un hábito que había adoptado para mezclarse entre los humanos.
— Algo malditamente molesto está por suceder, lo presiento.— murmuró y al mismo tiempo, su mirada juguetona viajó hacia la silueta frente a él.— Tú eres el nuevo.— afirmó y al no sentir peligro decidió acercarse, situándose a un costado del recién llegado.— Hola, soy Kim Taehyung.
—No te molestes pelirrojo.— gruñó, mirando al chico de reojo.
— Solo estoy siendo amable.— Taehyung sonrió, pero duró poco, su semblante se volvió serio en segundos.— ¿Por qué entraste?
—Asesiné a mis padres.
Taehyung boqueó y llevó una mano a su pecho.— ¡También yo! Bueno, a mi madre…
El cabello castaño oscuro del chico nuevo se movió debido al aire helado y sus ojos lobunos viajaron hacia los del contrario. Encontrándose con una mirada juguetona llena de satisfacción.
— Y fué liberador.— el pelirrojo elevó las manos para llevarlas a sus mejillas y suspiró al mirar a su acompañante sin dejar de sonreír.—¿Cierto?— preguntó dando brincos sobre su lugar.— ¡Fué emocionante!— exclamó, extendiendo sus brazos hacia los lados.
El castaño alzó una de sus cejas y se giró para quedar frente al pelirrojo. Aceptando que aquel chico se había ganado su atención por completo.
Taehyung se percató de la expresión del contrario y recompuso su postura.— Si bueno, a lo que venía.— carraspeó y ladeó un poco su cuerpo.— ¿Ves aquel tipo que te mira como si fueras el mejor banquete?
El de cabello oscuro miró disimuladamente hacia donde el pelirrojo señaló con sus ojos.
—Es un tipo millonario.— Kim llevó una de sus mechones rojizos detrás de su oreja.— Tiene su propio avión, tiene un vote con un jacuzzi dentro… y asesinó a 25 personas, solo por diversión.
—¿ Y qué?
Enredó su dedo índice con un mechón de cabello y humedeció sus labios.—Y... tú le gustas.— respondió entre una sonrisa ladeada.
El castaño bufó.
—¡Oh, vamos!— Taehyung dio un pisotón.— Quiero ser tu amigo.
—Hmmm, déjame pensarlo…—el muchacho abrió la boca para decir algo, pero en su lugar, llevó su dedo índice hacia su mentón, fingiendo pensar.— No.
Taehyung se enderezó y llevó una mano hacia su frente, elevando algunos mechones que la cubrían.— Los nuevos necesitan amigos aquí, créeme.—Dándole así, una mejor vista al otro de sus ojos juguetonamente peligrosos.
El chico tragó saliva. —Jeon Jungkook.— extendió su mano hacia el pelirrojo al sentir su piel erizarse en el momento de cruzar miradas con Kim.
Su instinto le dijo que cuidara de su pellejo, porque acababa de llegar y si aquel tipo podía darle información como recientemente lo había hecho, entonces le convenía.Y estaba seguro de que no solo le daría información.
Tkooie💜
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CONTIGO
FanfictionCuando sus ojos se encontraron, sintió por primera vez a lo que llamaban "Emoción" sintió la voz de su alma llamarle y supo que quería quedarse con él para cuidarlo para toda la vida. Ambos lo sintieron tan bien, que nunca imaginaron lo que sucederí...