En algunas ocasiones, odiaba no equivocarse.Jungkook suspiró pesadamente, el castaño descansaba el mentón sobre su mano derecha y al mismo tiempo mordisqueaba un palillo de madera. Sus parpados caídos exhibían su fastidio.
En serio que a veces odiaba no equivocarse.
Su almuerzo estaba transcurriendo tan pacíficamente que le pareció raro, pero el chico hubiera preferido no pensarlo tanto y seguir como si nada. Tal vez, de ser así, aquel tipo tirado sobre el suelo no estaría recibiendo la furia del portador de aquella brillante cabellera roja.
Kim Taehyung sostenía el cuello de la camisa de aquel reo con la mano izquierda, mientras que, con la derecha, daba fuertes puñetazos en el rostro de aquel pobre hombre que juraba, en esos momentos, ya no sabía su propio nombre.
La sonrisa de Taehyung era grande, sus colmillos resaltaban poco y sus ojos brillaban como los de un niño cuando le dan un juguete nuevo.
— Jeon ¿No harás nada? — uno de los reos preguntó sin acercarse y no es como si se atreviera a hacerlo, después de todo, estaba dirigiéndose a un ser que parecía humano, pero no lo era.
El castaño oscuro ladeo la cabeza para mirar al reo — ¿Yo? — las ondulaciones se movieron con gracia y sus ojos oscuros recayeron sobre aquel hombre. — ¿Por qué yo?
—Es tu compañero de celda y...— el hombre tragó saliva y miró asustado a su compañero de celda, el cual no dejaba de ser golpeado. — Mi compañero podría morir. Así que, por favor.
— ¿Morir? — Jungkook regresó la mirada hacia la escena con pereza.
Su mirada recayó en la espalda de Kim. Esta era la cuarta vez en la semana en la que el pelirrojo se metía en una pelea o la provocaba y Jungkook había tenido que intervenir en cada una de ellas para que Taehyung no matara a alguien. Todo ocurrido en la semana en la que recién se habían conocido.
Sabía que aquel pelirrojo no solo le daría información, si no que también le daría problemas. Y ahí estaban en la misma situación, otra vez.
— Jeon. — el hombre rogó pronunciando su nombre.
El chico cerró los ojos y suspiró con fuerza, dejando caer la cabeza hacia atrás. Harto de no poder negarse a los pedidos de ayuda de los humanos con los que convivía poco y a fuerza.
Caminó sin muchas ganas hacia donde se encontraba el pelirrojo y miró el rostro ensangrentado de aquel hombre desde arriba, no pudo evitar sonreír de lado; el castigo que estaba recibiendo se lo había ganado, de eso no había duda.
— Suficiente. — Jungkook dijo, extendiendo la mano hacia el cuello de la camisa de Taehyung y lo alzó, lo alzó como una madre a su cachorro.
Kim chilló de la sorpresa y frunció el ceño. — ¡Pero! — rezongó girando la cabeza hacia arriba y apretó los labios al ver el semblante serio de Jungkook.
— Puedo soltarte sin problema y dejar que sigas golpeando a ese hombre, pero también sabes que, habrá consecuencias ¿verdad? — Jungkook habló con calma y Taehyung se puso correctamente de pie. — ¿Quieres que te encierren?
El pelirrojo negó rápidamente mirando al castaño con ojos de cachorro triste. — Si me encierran, no podremos vernos por días y soy tu único amigo. — Taehyung abultó los labios en un tierno puchero. — No quiero que te quedes solo con estos depravados.
Jungkook rascó detrás de su oreja. Al día siguiente de haberse presentado, el pelirrojo se había negado a despegarse de él, con la excusa de que era el nuevo y necesitaba protección, lo cual no era del todo mentira, pero, eso no quitaba las actitudes extrañas que el pelirrojo mostraba hacia él.
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CONTIGO
FanfictionCuando sus ojos se encontraron, sintió por primera vez a lo que llamaban "Emoción" sintió la voz de su alma llamarle y supo que quería quedarse con él para cuidarlo para toda la vida. Ambos lo sintieron tan bien, que nunca imaginaron lo que sucederí...