El Lannister que se fijo en el Snow equivocado.

El verdadero Stark

Jaime había discutido por quinta vez en el día con Cersei. Ella no podía entender lo importante que era para él estar con ella, protegerla y ayudarla, sentirse lo suficientemente indispensable en su vida, a veces parecía que lo único que quería de él era el sexo.

-¡dioses! - vocifero golpeado fuertemente la pared. Aquello hizo que Jon Snow bajara la guardia y el Lannister se diera cuenta de su presencia.

-¿me espías niño?-

Jon suspiro resignado a ser atrapado y salió detrás del pilar a unos metros de Jaime.

-no lo espió, solo pasaba por aquí -

-pasabas y... Nah olvídalo, dime una cosa Jon Snow, ¿por qué no estas cenando con los demás? -

-no me apetece-

-¿no te apetece o no te lo permiten? -

Jon sintió la cara hervir del malestar que le provocaron esas palabras, era increíble como le afectaban todavía... A estas alturas.

Se dio la vuelta para marcharse pero el Lannister lo detuvo.

-lo siento, no suelo ser así-

Jon se zafó del agarre y se separó.

-no me importan sus palabras, debería ir a cenar ahora Lannister, es un invitado después de todo -

-sabes algo, mi hermano me habló de ti, le pareces interesante - Jaime se cruzó de brazos para poder analizarlo de pies a cabeza -

- ya tienes edad de tener romance en la vida joven Snow, dime,¿ lo tienes? -

Jon se sonrojo y resultaba obvio por su paliducha piel.

Jaime rió por lo bajo y le tomó la mano a Jon desprevenidamente.

-tienes manos pequeñas, no has tenido muchas batallas Jon Snow, puedo notar que son cálidas y suaves al tacto -Jon se alejo bruscamente haciendo suspirar al Lannister

-si vuelves a hacer algo como eso de nuevo matareyes te cortare la garganta - dijo totalmente enfurecido y avergonzado el Snow.

-allí esta lo que quería ver - Jaime lo señaló, para entonces Jon ya estaba a unos diez pasos de él pero sosteniendo la mirada de forma colérica.

-mi hermano tenía razón, rodeado de falsa cortesía y modales fingidos te encuentras tú, una joya en bruto, desperdiciada y excluida del resto, luces brillante y encantador Jon Snow-

-¿DE QUÉ ESTAS HABLANDO? -

-No soy ningún ciego y tú no deberías esperar a que quienes te rodean lo sean, puedo ver a través de esos rulos oscuros que contornean tu cara, puedo ver las mejillas rosadas y acaloradas, eres un manjar oculto entre estas rocas.. - Jaime golpeó suavemente los pilares a su alrededor caminando en el pasillo acercándose a un Jon estupefacto.

-sinceramente no me había puesto a pensar en lo que me encontraría en el norte cuando me dirigía hacia acá, pero gracias a mi hermano pude verlo claramente... - Jon estaba petrificado allí, no podía creer que el hermano de la reina le estuviera diciendo esas barbaridades, una descripción tan descarada de lo que veía supuestamente en él, por donde se viera resultaba absurdo.

Justo cuando llegó a un lado de Jon y le estaba por tocar la mejilla sintió la presencia atemorizante de un lobo detrás de él.

-si aprecias tu vida Lannister, aléjate-

La voz detrás del lobo hizo estremecer a Jon y Jaime sonrió brevemente ante el comentario hasta que escucho el gruñido del lobo.

-viento gris tranquilo, no desperdicies tu tiempo - Robb salió de entre las sombras acariciando al lobo que se había acercado a Jon Snow para ponerse frente a él.

-Robb... - Jon susurro, sabía que viento gris estaba alterado por que su amo lo estaba y entendía esto como un peligro.

- Robb Stark, que placer conocerte al fin -

-ya te había visto por la mañana Lannister -

-no me comprendes, hablo de conocerte de verdad, las garras del lobo lucen más filosas por la noche, esta mañana podrían ser las de un cordero, pero mírate ahora, defendiendo tu territorio, lo respeto-

Jon comenzó a sudar frío, las palabras de Jaime evidentemente iban dirigidas a ambos con una doble intención, ¿sería posible que conociera lo que ocurría entre él y Robb?

Viento gris apretó los colmillos justo como Robb lo había hecho, estaba celoso y profundamente enojado, estaba por maldecir a Jaime pero Jon lo detuvo con una palmada fuerte en el hombro.

- Sir Lannister estaba por ir al salón con ustedes, se perdió en los pasillos y...-

Jaime rió y se acercó a Jon para tomarle la mano, cosa que enfureció más a Robb

-y Jon Snow estaba por llevarme, no conozco este lugar así que tomare en cuenta esta noble acción y se lo contaré a mi hermana la reina - al escuchar esto Robb pareció regresar a sus cabales y aunque apretó los puños fuertemente les dejo pasar hacia el salón de donde el venía.

Odiaba a los Lannister más que a cualquier otra casa en los siete reinos y ahora uno de ellos le coqueteaba descaradamente a su Jon y este se dejaba hacer para no traer problemas a los Stark. Era la cosa más injusta.

Jon caminaba nervioso, ya se había soltado del agarre de Jaime, pero seguía teniendo la sensación de los dedos jugueteando entre los suyos.

"¿que diablos es lo que pretende Jaime Lannister?"

Podría decirse qué molestar a Robb Stark por sus acciones pero como y aún más importante para que.

-Snow... Si en estos días te aburre la cama del Stark, te invito a la mía - Jaime dijo esto al empujar la puerta del comedor donde se hayan todos los Stark incluido Eddard y Lady Catelyn a su lado acompañando a su hermana la reina y sus hijos en la cena.

Ver a todos observándolos en la puerta, evitó que Jon blandiera su espada para defender su honor y el de Robb, no podía creer aquello que había escuchado, no sólo era ridículo, era ofensivo y sobretodo peligroso ¿como es que el matareyes Jaime Lannister sabía de su relación extra fraternal con Robb?

¿Y cómo se atrevía a hacerle esa propuesta tan descarada?

Debía de estar bromeando.

Las voces al interior del comedor lo volvieron a la realidad, miró a Jaime con temor de que revelará algo pero este solo le guiño el ojo y le dijo - habló en serio, piénsalo-la sonrisa en su rostro de pronto desapareció tras la puerta, le había dejado allí afuera y casi lo agradeció.