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Yaneth.

Un hermoso mar.

El vuelo fue largo, agotador y problemático.

Empezando  por el hecho de que casi pierdo mi maleta en el desembarque y tuvieron que tenerme esperando como una hora demás hasta que los empleados la encontraran. 

Luego de pasar la madrugada en el aeropuerto con frio, ya que, mis cálculos estaban mal y llegué más rápido de lo esperado.

Anduve en el aeropuerto dando vueltas sin sentido pensando en que hacer primero.

Cuando amaneció completamente salí a recorrer las calles de esta ciudad.

Todo esto era nuevo para mí, y no sabía que hacer o que no hacer.

Parecía un pollito perdido en una enorme ciudad la cual maravillaba mis ojos donde sea que veía.

Trate de buscar lugares buenos en donde poder desayunar y quede fascinada con toda la hermosa estructuración del lugar.

Cada pequeño detalle se llevó mi completa atención y mi cámara no descansaba ya que yo no paraba de tomar fotos.

Entre a unos de los centros comerciales más famoso del lugar y el que estaba más cerca del aeropuerto, el Dolphin Mall, pase la mañana entera en el lugar, primero comiendo mi desayuno y luego viendo cada tienda de ropa que llamaba mi atención y comprando la ropa que me gustaba, la tarjeta que me dio papá era sin fondos así que no había problemas al gastar. Todo era tan hermoso.

Termine quedándome hasta el almuerzo comiendo en un pequeño restaurante donde la comida era deliciosa y donde no tenía que comer la comida desagradable del hospital «algo bueno, por fin». Disfrute tanto comer ahí.

Las bolsas de ropa que llevaba conmigo no me molestaban mucho a la hora de cargarlas, y algunas ya habían sido guardadas en la maleta, pero no todas cabían ahí y tenía que llevar algunas en las manos.

Termine saliendo del lugar tarde, viendo las calles perdida en la belleza de la ciudad y en cada cosa pequeña que veía.

Ya que Miami era uno de los destinos más hermosos que pude marcar para visitar y estando aquí, puedo decir que fue una muy buena decisión.

Todo aquí era increíble, pero me estaba olvidando de algo importante, algo por lo que había elegido este lugar, el mar.

Con todo y equipaje comienzo a pedir indicaciones de cómo podría llegar al mar, algunas personas son amables al enseñarme que caminos debo tomar o cuantas paradas debo hacer, pero otras tan siquiera me toman en cuenta, «el mundo real».

Termine tomando un taxi el cual me dejo en unas de las entradas de la playa.

 Al entrar al lugar me quede absorta al ver a gran cantidad de personas en trajes de baño, hombres mujeres niños y niñas, hasta algunos cachorros, estaban mejor vestidos que yo.

No puedo negar que me daba cierta envidia al ver como muestran su cuerpo sin complicaciones, pero no tenia tiempo para estas cosas, ignore todo y comienzo a aventurarme por las aceras que están cerca de la playa, el sol de la tarde quemaba, pero no me importaba en absoluto.

Sigo caminando, cerca de la playa con la maleta y algunas bolsas en manos buscando un lugar con menos personas posibles hasta que por fin lo encuentro.

Un lugar precioso con pocas parejas y niños jugando en la orilla del mar, un lugar perfecto, sin esperar más me acerco con prisa al mar, tratando de que mi maleta no se hunda en la tierra.

La felicidad que tengo es increíble al por fin tener esta hermosa maravilla frente a mí.

El mar, un lugar tan hermoso como misterioso. El cual solo he podido ver mediante películas o fotos, esta frente a mí, y había sobrepasado todas las expectativas que tenía sobre él, ya que su belleza no podría describirla con simples palabras.

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⏰ Última actualización: Jun 15, 2023 ⏰

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