02 [ Reckless ]

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Mori les había encargado una larga misión de dos días para Akutagawa y sus subordinados del Lagarto Negro. Había subido el nivel de las misiones del equipo, encargándoles misiones más peligrosas que antes y más horas de trabajo, para ¿quizá probar más sus habilidades? ¿hacerlos más ágiles? Quién sabe. Al Jefe de la mafia le gustaba probar a sus empleados y hacer que estos mejoren a través de encargos que se volvían, cada tanto tiempo, más difíciles. Así los preparaban para trabajos y situaciones futuras.

Gracias a la imprudencia de unos integrantes de los hombres a cargo de Hirotsu, las cosas empezaron a salir mal.

Luego de cumplir con el objetivo, y prácticamente llevar a cabo la misión, debían estallar unas bombas que estaban dentro del lugar que atacaron para robar unos documentos que Mori había pedido, documentos que pertenecían a la Port Mafia y un traidor se había llevado.

Las bombas estallaron antes porque las habían ajustado mal, en vez de configurar que debían explotar cuando Higuchi tocara el botón, empezaron cuando apenas salían sigilosamente del edificio.

Para evitar perdidas, el azabache con puntas blancas activó su habilidad rápidamente, cortando y devorando los escombros que caían, o empujando y dejando inconscientes a los del bando enemigo que los atacaban. Empujó y cubrió a sus subordinados cuando vio que una gran pieza del techo caía hacia ellos, sin lograr cubrirse a tiempo, parte de la gran pieza cayó sobre su pierna derecha, y Ryuunosuke soltó un quejido doloroso. No iba a permitirse gritar o mostrar signos de sufrimiento, menos con sus compañeros allí.

Sabía que podían huír y que ese no sería el final, sin embargo tenía todos sus sentidos al cien y los nervios colándose por todo su cuerpo. Además, aseguraba que su pierna estaba quebrada, la velocidad y fuerza con la que había caído el escombro había sido la suficiente como para haber escucho un "crack" y sentir la sangre resbalando por su pierna.

—¡Akutagawa Senpai!–escuchó gritar a Higuchi, viéndola intentando acercarse a él, sin éxito ya que el polvo y escombros cayendo seguían presentes.

Apretó sus dientes con fuerza y sacando otra cabeza de Rashomon, tomó por la cintura a Gin, Hirotsu, Higuchi y Tachihara, para así sacarlos rápidamente del edificio junto a los demás hombres que habían llevado.

Una vez los dejó fuera, Gin e Higuchi se vieron compartiendo miradas llenas de preocupación.

—Cuando tomé los documentos, se los di a Akutagawa-san... el jefe estará muy molesto si regresamos sin él y sin los papeles–comentó Hirotsu, nervioso por los resultados que estaba teniendo la misión.

—¡Iré!–exclamó Gin, siendo detenida por el de la bandita en la nariz.

—No seas imprudente, Gin. Además, Akutagawa debe tener un plan, no es un hombre que actúe sólo por instinto y sin pensar, él... él estará bien—consoló Michizo.

Higuchi miraba desesperada a la entrada llena de polvo, esperando ver la silueta del ojigris. El sudor resbalaba y sentía miedo.

—¿Llamo al Jefe?–cuestionó mirando a sus subordinados.

Estos alzaron los hombros, sin saber qué hacer. Quienes los lideraban eran Akutagawa e Higuchi, pero incluso la rubia estaba perdiendo la razón por la preocupación de perder a su compañero en esta misión.

¡Boom! Se escuchó otra bomba, y todos voltearon su mirada, viendo como caían partes del edificio hacia los costados de afuera, y algunos hacia adentro. Pero antes de hacer otro movimiento, vieron una figura negra corriendo hacia ellos, cubriendo algo debajo de su brazo izquierdo.

Las miradas de asombro combinadas con alivio llenaron las caras de varios de los presentes, notando cada vez más cerca al hombre.

Akutagawa se detuvo frente a ellos, con la pierna derecha un tanto doblada al pararse, sin mostrar ni importarle el insoportable dolor en sus extremidades derechas, las cuales habían sido lás mas dañadas. Sudor en su rostro y el ceño fruncido, respirando agitadamente y tosiendo en el acto.

Together. | BSD - [Poliamor Soukoku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora