-𝐏𝐫𝐨𝐭𝐞𝐜𝐭𝐞𝐝-
Aldara Ryun Haverty Ates no es hija de sangre del Emperador, pero tanto él como su La Emperatriz de Ates se encargaron que todo el Imperio la respete como el título que se le había otorgado.
Primera Princesa del Imperio de Ates...
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LAS PUERTAS DE LA ALCOBA de la habitación de la primera princesa se abrieron por dos personas, pero se cerraron tan pronto pasaron. Se podía observar a la princesa cargando como podía a su amigo, debido a la herida en su pie.
—¿Duele demasiado? —preguntó la castaña, ayudándolo a sentarse en la cama esponjosa que usualmente solían compartir, a lo que Amon soltó un quejido de dolor.
—Un poco... —mintió. No le dolía ni un poco, pero estaba dispuesto a fingir con tal de recibir atención de su Aldy. Ella puso una expresión de susto, el moreno solo pudo verla alejarse y regresar con algo en las manos.
—Traje el ungüento de hierbas curativas, déjame aplicarla en tu herida, gatito —Era mucha la costumbre de verlo como un lindo gatito que incluso su apodo había quedado como tal, aún en su forma humana.
Hubo un momento mientras ella aplicaba la medicina que sus orbes azules y los morados de Amon chocaron brutalmente, en un contacto visual que a ninguno le resultó incómodo.
Simplemente se deleitaron con la vista.
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—ENTONCES ESA, ¿ESA última tampoco? —El Emperador levantó la pieza de su juego de ajedrez, esperando las palabras de aquella persona con la que hablaba.
—No, Su Majestad... Teníamos muchas esperanzas, porque tenía el pelo rubio y los ojos dorados... —formuló apenado el hombre de bigote.
—¿Y la que encontramos la semana pasada? —Solo volvió a preguntar el monarca, pero también recibió una negativa del hombre.
—Entonces, otro fracaso más —habló con dureza, sus ojos se achicaron con algo de molestia en sus iris azules, el contrario ya sudaba del miedo al darle otra negativa a su superior, tan solo pudo disculparse e irse cuando se lo indicaron.
Con más molestia, el Emperador golpeó con su dedo otra pieza de ajedrez, dejándola caer contra el frío piso.
Un poder heraldo solo a las rubias con ojos dorados...
Inevitablemente la recién llegada Blondina apareció en su cabeza, ella poseía cabellos dorados, pero no los ojos. No como su madre, quién aún así, no poseía ningún poder.
