Rey Dragón

Dragon

—Tara entró a esa caverna hace unas horas -dijo Uraraka jugando con su cetro- creen que le pasó algo

—No creo -dijo Sero jugando con su banderilla- es Tara ella sabe como salir de problemas

—De seguro le dieron trabajo -dijo Kaminari limpiando su boca con su muñeca- y eso es bueno vamos a necesitar dinero si vamos a seguir viajando

—Entraremos -dijo Uraraka decidida- no dejare que algo le pase a la princesa Tara en mi guardia

Sero y Kaminari se vieron antes de ser arrastrados hacia la caverna Rose

Vi la habitación que Mina me había prestado, habían más habitaciones y fue generosa de prestarme las demás para que se quedaran mis acompañantes, agarre mi cabeza por que sonó tan mal, salí de la habitación para bajar las escaleras y caminar por el pasillo que guiaba al restaurante

—Toma -dijo Sato dándome dos platos de comida- son para la mesa 3 y atiende la mesa 5

—A la orden -dije agarrando la charola con fuerza para dejar la comida en la mesa 3 y pasar a la mesa 5- Bienvenidos a Rose, que van a querer?

—Que les dije -escuche la voz de Kaminari sacándome de mis pensamientos- iba a encontrar un trabajo

—Me lo ofrecieron y yo acepté -dije viendo a Midoriya que se sentaba a lado de uraraka cansado- también me dijeron que nos podemos quedar si ayudábamos en algo, yo ayudo de mesera, Uraraka puede ayudarnos, Denki y Sero sacar la basura o ser guardias en las noches y Midoriya puede ayudar a Sato o como se quieran acomodar

—Estamos dentro -dijo Kaminari levantando su pulgar- verdad

—Sera por unos días -dijo Midoriya- si no encontramos a la persona que estoy buscando iremos a nuestro siguiente destino

—Anotado -dije viendo a Mina para levantar mi pulgar esta chillo feliz agarrando a Hagakure por los hombros- Bueno coman algo y seguiremos con el trabajo

Los días pasaron en Rose, nos habíamos hecho muy buenas amigas de Mina, Hagakure y Sato. Ayudábamos en todo y al final nos divertíamos en la noche mientras la banda tocaba y nosotros bailábamos con los aventureros o los locales que iban a tener un buen tiempo en rose.

—Tara -me hablo Sato- la mesa 7

Asentí agarrando la pequeña libreta para caminar hacia la mesa 7, había tres personas sentadas en la mesa una chica y dos chicos

—Bienvenidos a Rose -dije sonriendo- que quieren comer?

—Hola princesa Tara -saludo Hadou- no crees que es peligroso estar fuera del reino Might 

—Si -dijo Mirio mi guardia real sonriendo- no es bueno escapar del reino a unos días de tu boda con el príncipe Todoroki 

Sonreí sin ganas 

—Los tres queremos el número 7 -dijo Mirio sonriendo- gracias

Asentí caminando a la cocina, me acerque a la ventana para dejar el papel pegado en la lista de órdenes por hacer, esos tres no me daban buena espina

—Tara -gritó Mina llamando mi atención- necesitó que me hagas un favor

Asentí quitando el delantal de mi cuerpo para quedar con mi ropa y agarrar mi mochila no salía sin el dragón a ninguna parte

—A dos cuadras de aquí está Koda -dijo Mina- dale este papel y dile que vienes de mi parte

Asentí agarrando el papel saliendo del restaurante, camine viendo los locales y ver las ventanas de algunos, Tamaki, Hadou y Mirio estaban caminando detrás de mi pero tenían su distancia. Seguí caminado perdiéndome entre la gente para perderlos a ellos.

—No puedes escapar de mi princesa Tara -grito Mirio- y lo sabes 

Esa fue mi luz verde para correr por las calles de Yuuai, eran grandes y no había mucha gente cosa que me estaba facilitando correr

—Lo siento, lo siento -le dije al dragón que de seguro iba saltando y golpeándose dentro de la mochila- nos están siguiendo

Me detuve unos microsegundos al sentir el aire golpear muy fuerte y el grito de las persons. Solté un grito al ver unas garras agarrando mis brazos con fuerza y elevarme

—Me dan miedo las alturas -dije cerrando mis ojos- oh por dios.. AYUDA!

Abrí mis ojos para ver cómo Midoriya y Kaminari salían de la caverna para gritar mi nombre mientras nosotros nos alejábamos de Yuuai

—Tara -grito Mirio precupado- Tara! 

Mis ojos se abrieron como platos al ver como Mina se transformaba en un dragón y nos seguía a toda velocidad, esto iba a doler pero no fue así quede desmayada a los segundos por los movimientos bruscos que hacían esos dos

—Diario de vida -dije aburrida viendo los árboles pasar- me escape y ahora un dragón me acaba de secuestrar llevándome a no se donde, tal vez será mi fin, tal vez no

El dragón soltó un gruñido que parecía más bien una risita

—De que te burlas -dije viendo sus garras rojas- pase de ser Tara a un simple bocadillo de una mordida -suspire- la dragona que me ayudo esta desmayada en el lomo del dragón

El dragón volvió a reír para seguir volando, bufé viendo como más dragones empezaban a volar alrededor de un reino.. el reino de los dragones, este bajo un poco para acercarse a una entrada del castillo y dejarme delicadamente de pie cerca de un tipo sentado en un trono viéndome mal

—Ella es la que se robó los dragones -dijo el chico apoyando sus brazos en sus rodillas- debe ser una mala broma -vio a Mina que estaba inconsciente- y ella es la dragona de la ladrona

—Yo no me robe nada y Mina es mi amiga la acabo de conocer -dije dejando la mochila en el suelo- el apareció en mi mochila de la nada y lo he estado cuidando desde entonces, lo íbamos a dejar en la entrada del reino en unos días

El chico me vio después la mochila, esta se cayó a un lado dejando ver al dragón blanco que corrió hacia el tipo este lo abrazó acariciando su cabeza para bajar de un salto, corrió hacia mi acostándose en mi cabeza dejando salir un poco de fuego lo sé por que sentí mi cabeza caliente

—Hizo un vínculo con ella -dijo un chico de pelo rojo... el era el dragón... oh sea que si me había entendido.. que vergüenza- Bakugo

—Poco me importa -se quejó el rubio viéndome- quién diablos eres?

—Soy Tara -dije viendo al chico- una herborista y ella es Mina -apunte a Mina que seguía inconsciente- es mi amiga

El chico chasqueo la lengua no muy convencido con mi respuesta, rasco su cabeza viendo al dragón que supongo que estaba dormido en mi cabeza

—El dragón te encontró a ti cierto -dijo el chico de pelo rojo- entonces puede que lo tenga Bakugo

—Cállate pelos tiesos -gritó Bakugo- ya lo estaba pensando