Un millón de primaveras

335 40 0
                                    

Habíamos llegado a Mount Fire. Gran Torino eligió esta ubicación por que dijo que era uno de los mejores lugares para forjar las espadas que no pudimos terminar y para que yo buscara mas dragones bebes y huevos de dragón ya que uno nos guiaría para ir por la espada que debería empuñar el príncipe Todoroki y una piedra que debería tener Bakugo para usar sus poderes de fuego, un libro que ayudaría a Uraraka con sus hechizos y los míos. 

Me senté afuera de la cabaña donde nos íbamos a quedar antes de empezar la travesía a donde quiera que nos llevara el dragón. levante mis manos pero no sentí el familiar sentido de que un dragón bebe me iba a tirar al piso, voltee a un lado viendo como Bakugo caminaba hacia mi con paso nervioso el estaba realmente nervioso se sentó en la misma banca que yo, me pare para alejarme de ese idiota estaba muy enojada con ellos 

—Princesa Tara -me hablo Midoriya- quiero preguntarte unas cosa acerca de como es que sientes eso de los dragones 

—Claro -dije sonriendo- caminemos mientras 

Vi de reojo como Todoroki se había detenido al verme caminar con Midoriya para alejarme de el, no planeaba estar cerca de ninguno de los dos hasta que realmente me muestren que lo sienten y creo que debería no hablar mas del amor hasta que terminemos de encontrar la espada, la piedra, el libro y la planta mágica 

—Ya veo -dijo Midoriya anotando en su cuaderno- lo sientes y aveces es sencillo para ti encontrar los huevos por la sensacion 

Asentí caminando por el bosque me detuve al sentir algo en mi hombro me voltee caminando hacia un árbol 

—Hola pequeños -dije sentándome con mis piernas cruzadas- piensan salir en algún momento? 

Midoriya guardo su cuaderno para correr hacia mi y sentarse cerca viendo como un dragón azul oscuro y otro blanco con negro salían del agujero con miedo pero al ver a Tara se emocionaron saltando en sus brazos 

—Oye princesa -hablo Midoriya- tu mama no tenia algo que ver con el reino de los dragones 

—Si te soy sincera -dije haciendo una mueca- Toshi y el rey Aizawa nunca me cuentan nada de ella lo poco que se es que me parezco a ella 

Midoriya asintió para ver a los dragones, me pare cargándolos en mi cabeza y en mi hombro para caminar a la cabaña el olor a pescado hizo que mi estomago rugiera yo amaba el pescado pero era muy raro que comiéramos pescado desde que empece esta travesía con Midoriya comíamos conejo, ratas de campo entre otras cosas 

—Gojo -dije llamando a mi dragón que estaba acostado en el hombro de Uraraka- traje a tus hermanitos 

—Es el azul -dijo Gran Torino limpiando el sudor de su frente con un pedazo de tela- es el que los guiara hacia la espada del príncipe Todoroki, pero para el libro, la planta y la roca me temo que van a tener que encontrar otro modo 

—¿Hah? -dijo Bakugo- por qué uno de mis dragones ayudarían al bastardo mitad y mitad a encontrar su estupida espada pero no pueden ayudarme a encontrar la roca 

Rasque mi ceja para dar media vuelta y entrar a la casa les iba a dar un pequeño baño a estos dos, estaban cubiertos de lodo y lo que parecía sangre seca, subí las escaleras para caminar al baño del segundo piso. 

La puerta se abrió dejando salir el vapor y dejando ver a Kaminari con una toalla envolviendo su cintura mientras con otra mas pequeña secaba su cabello 

—Hola bestie -saludo Kaminari bajando la toalla vio mi cabeza y mis hombros- veo que encontraste dos pequeños -vio la patita del blanco- estan heridos? 

—Es lo que voy averiguar -dije viendo detrás de Kaminari en el baño aun quedaban bastantes toallas- pero necesito el baño y tu te estas bañando aparte estas semi-desnudo 

Rey DragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora