Narcotics ||MinSung||

🚬; 01

La irónica pesadez que el aire le brinda en ese momento le resulta molesta, tan molesta que le hace recordar el porqué de su infinita duda en la mañana en lo que respecta asistir un día a la universidad o no.

Cielo gris, nubes acechando constantemente, postes de luz iluminando la fastidiosa oscuridad que el clima prometía y una asquerosa humedad que determinaba el momento en el que caería un chaparrón. El día literalmente le estaba pidiendo a gritos que no asistiera a clases, pero el muchacho debía aprobar la única clase que amenazaba a sus días de descanso, de lo contrario, estaba frito.

Una mueca se instala en su rostro después de expulsar el grisáceo humo de sus labios, terminando por tirar el filtro del cigarrillo al suelo para pisarlo.

Minho acaricia el negro cuero que cubre al asiento de su Cruiser chopper justo antes de sacar la llave y guardarla en el bolsillo de su pantalón. Pero ni bien muestra intención de abandonar el estacionamiento del campus, un claxon logra captar su atención.

Un Renault Captur estaciona a pocos metros de él, mostrando a la tan imponente como esbelta figura de Changbin en cuanto la puerta se abre, viendo salir segundos después también a Félix, quien iba de copiloto. Ambos se acercan.

—Apenas son las siete de la mañana y ya apestas a humo—le habla Changbin con diversión ni bien se encuentra junto a Minho. Este último lo mira de manera completamente neutral, acción que era suficiente para expresar algo como ''¿por qué debería importarme a estas alturas?''

Pero antes de que siquiera pudiera adelantarse (porque era demasiado temprano como para comenzar a entablar una conversación sin sentido) una bicicleta pasa frente a ellos, dirigiéndose hasta el bicicletero individual situado en la parte techada del estacionamiento. Un muchachito de cabello rubio la deja estacionada ahí, apresurándose a entrar al establecimiento mientras sostiene un par de libros contra su pecho.

Solo es un pequeñísimo lapso de milisegundos, pero es suficiente para que Minho pudiese apreciar la tan bonita como ágil forma en la que ese chico podía organizarse para traer sus cosas en mano y más encima montado en una bicicleta.

''Y yo me quejaba por no poder traer mis cosas en el asiento de mi moto'' piensa, después sonríe.

—¿Venir a la universidad en bicicleta? Que fastidio.

—Te recuerdo que no todos tienen un Renault a disposición—regaña Félix a Changbin—E incluso si así fuera hacer un trayecto en bicicleta todos los días no viene nada mal, deberías hacerlo más seguido si quieres dejar de comer tierra en el club de atletismo.

—Fácil decirlo si vienes conmigo—sonríe de manera socarrona el mayor.

—También te recuerdo que hasta hace poco menos de un mes yo ni siquiera venía a la universidad en bicicleta sino caminando, fuiste tú quien insistió en traerme desde que comenzamos a salir—responde el australiano con una ceja alzada a medida que cruza sus brazos, dejando al contrario sin más excusa.

Por otro lado, Minho comienza a correr tan pronto como siente a un par de gotas golpear contra su rostro, ignorando las quejas del par restante pidiendo que no vaya tan rápido. Solo esperaba que ese día valiera la pena.

Y vaya que lo haría.