「 Gσ ʅιƚƚʅҽ ɾσƈƙʂƚαɾ.. 」┆PowerEdd x Reader

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[ capítulo | 5 ]

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___ disfrutaba de la bellísima clase de matemática, hasta ahora solo era pura flojera ya que el profesor le explicaba algo a una alumna, luego corregiría los exámenes así que prácticamente era hora libre

En la clase de química era la misma historia, Matt y Tom estaban charlando sobre unos videojuegos para “la junta para hombres con sobrepeso” en la casa del bajista

—Resident Evil entonces.— dijo el peli rojo cruzando los brazos

—Sigo sin estar de acuerdo.— ambos escucharon el pesado suspiro que dió su amigo de pelo castaño—viejo ¿Que sucede?.

—Nada, nada.— Matt pudo observar un poco de lo que anotaba su amigo el artista—aléjate metido.

—Ya te dijimos que podrías ofrecerle disculpas y listo.— comentó

—¿Que?.— preguntó el de cuencas acercándose—ay no.

—¿Dices que es muy poco? Si, lo sabía.— buscó una goma de borrar en la cartuchera del bajista

—¿Te parece que es poco llevarla al espacio para mirar las estrellas de cerca? Además, eso no es posible.— dijo el narcicista quitándole la goma y el lápiz

—Es muy poco ¿O no?.— ambos amigos se miraron entre si y asintieron

—Esta noche te va a servir para desahogar toda esa culpa.— lo apuntó—pero nada gay ¿Entiendes Matt?.— el mencionado lo fulminó con la mirada

—Pero en serio me quiero disculpar y que sea perfecto.— siguió escribiendo

—¿Que tal si en vez de anotar en ese papel arrugado anotamos en uno nuevo?.— el castaño agarró su cuaderno, pasó varias páginas de éste encontrando anotaciones de la clase—amigo, creo que estás obsesionado.— le mostró las hojas finales, estaba lleno de dibujos de la adolescente

—Son los mejores que me salieron.— dijo elevando un dedo

—No son los únicos.— comentó el peli rojo pasando a las páginas que tenían anotaciones

—Pff ¿Que? Son los únicos.— mintió haciéndose el distraído

—Ajá.— dijeron al unísono señalando los distintos dibujos en las esquinas de las hojas

—Como sea, denme una idea de cómo pedirle disculpas sin que nada salga mal.— siguió pensando mientras mordía el lápiz

—Flores, chocolates, que se yo.— enumeró el peli rojo

—Solo sé que vives detrás de esa chica como un esclavo.— le quitó la hoja y vió las diferentes ideas

—¿Cómo que un clavo?.

—ESCLAVO estúpido.— le sacó el lápiz de la boca y tacho las que eran una tontería—esta es más aceptable que las demás.— le entregó la hoja, la única que no estaba tachada era “darle flores e intentar convencerla de que me perdone”