Ruined- Emiliaco

Capitulo 7

Maratón 3/5

"Jadeó aferrándose a la taza del baño, apenas iba despertando y le habían dado demasiadas náuseas.

-Mierda, odio esto.- Susurró, se levantó del piso, y lavó sus dientes, y se miró al espejo. Joder, estaba horrible.- No, no.- Apretó los labios.

Al parecer sí, estaba embarazado."

Se encontraban en receso. Él realmente no tenía ganas de comer, así que sólo estaba ahí en la cooperativa por sus amigos, Renata y Felix. Mantenía su rostro retancado en la palma de su mano, estaba con ellos ojos cerrados.

No quería estar ahí, además de tener sueño, se sentía asqueado. Una mano intrusa acarició su estómago, se enderezó.

-Ha crecido demasiado.- Felix le sonrió, daba leves caricias al lugar hinchado.

Joaquín sonrió incómodo.

-Papá está preguntando si saliendo vas a ir al médico.- Rodó los ojos, el menor suspiró. Sólo asintió.- Joaquín...

-No quiero escucharte.- Le sonrió a Felix, se levantó de donde estaba y salió de ahí. Tenía que pensar en una excusa, una muy buena para que su padre le creyera.

»-¿En qué me metí?- Gimió.

(...)

Cole suspiró, esos hijos suyos eran unos rebeldes. Sabía por Renata que Joaquín ya había ido al médico, así que si Joaquín no le decía su estado de colitis preguntaría por sí solo.

Bajó del auto, se dirigió al consultorio, se le hacía demasiado extraño aquello, varios jóvenes embarazados se encontraban ahí, que rara clínica iba Joaquín. Negó con la cabeza.

-¿Se le ofrece algo?- Preguntó la amable secretaria.

-Sé que mi hijo viene a consultas y quisiera saber su estado.- Sólo dijo.- Su nombre es Joaquín Bondoni- La secretaria hizo una mueca.

-Será un poco complicado, el médico no da razón si no es el paciente.

-Joaquín es menor de edad y creo que tengo que saber lo que le pasa.- Se cruzó de brazos, la secretaria asintió y se dirigió al consultorio. Abel rodó los ojos, como les gustaba hacer esperar.

-El médico lo espera.- En seguida salió la secretaria, Abel asintió y caminó hasta adentrarse a la habitación.

-Buenas tardes, Diego Valdés.

-Abel bondoni- Saludó con un apretón de manos.

-Me comenta mi secretaria que quiere saber el estado de su hijo, Joaquín.

-Así es, ha estado con colitis desde hace tiempo y me preocupa.- El médico frunció el ceño.

-¿Perdón?- Abel suspiró.

-He dicho que mi hijo ha estado con colitis.- El médico rió un poco y negó con la cabeza.- ¿Le causa gracia?

-No, no, disculpe.- Hizo un movimiento con las manos.- Lo que pasa es que su hijo no tiene colitis.

-Bien.- Suspiró.

-Más bien, su hijo tiene un embarazo de 18 semanas.

-¡¿Qué?!

***

Joaquín suspiró, hizo el que se le había olvidado ir al médico, esa sería su excusa. Entró a casa, Cole estaba haciendo de comer.

-Hey pa.

-¿Joaco?- Frunció el ceño.- ¿Qué haces aquí?

-Eh, resulta que vivo aquí.- Rió, Cole entrecerró los ojos.

-Lo digo porque tu papá fue al médico, se supone que tú estarías ahí, además Renata nos dijo que ya habías estado yendo al médico.- Encogió los hombros, Joaquín jadeó.- Tu papá seguramente ya viene de regreso.- Hizo un gesto con la mano.

Joaquín negó con la cabeza. Oh mierda.

Y claro, tiene tanta suerte, que la puerta fue abierta con violencia. Estaba seguro que si las miradas mataran, la que Abel le estaba dando ya lo hubiera matado.