el soltero

Capítulo 12: Segundas oportunidades

Después de haber tenido una larga y cálida ducha para quitarse el estrés del día, Harry se sentía más relajado que antes.

Pasó una mano por su cabello aún ligeramente húmedo mientras miraba las fotos, de todos los concursantes, que estaban sentados en su cama.

Harry había decidido no incluir a Ron y Hermione en su decisión esa noche. Teniendo en cuenta que Charlie era una de las personas que estaba pensando seriamente en enviar a casa, no quería nada más que su propia experiencia y sentimientos, siendo un factor decisivo.

Actualmente, Daisy, a quien Harry se había negado a devolverle a Víctor porque dudaba que el otro hombre la extrañara mucho, estaba sentada cómodamente en su regazo, medio dormida. Harry alborotó cariñosamente el pelaje de la parte superior de su cabeza y se preguntó por lo que parecía ser la centésima vez, cómo era posible que alguien no estuviera enamorado de la pequeña bola de pelo.

Apretó la mandíbula cuando su atención volvió a la imagen de Víctor. Molesto, tiró todas las fotos menos dos al suelo. Daisy levantó la cabeza ante el movimiento y bostezó.

"¿Cuál sería tu consejo?" Harry le preguntó al cachorro. "Estoy seguro de que te complacerá no tener que pasar más tiempo con Krum, ¿hmm?"

Daisy inclinó la cabeza hacia un lado, mirándolo al escuchar la voz de Harry, lo que provocó que él se riera. "Cierto", dijo. "Olvidé lo indulgentes que pueden ser los perros. no esperes que esté feliz por eso".

Daisy no respondió, pero rodó sobre su espalda y se movió, esperando que le frotaran la barriga. Su lengua colgó alegremente de su boca cuando la mano de Harry se movió para hacer precisamente eso.

...

Media hora más tarde, mientras el sol desaparecía más allá de las colinas que rodeaban la Mansión y la luz abandonaba lentamente su habitación, Harry finalmente tomó su decisión.

Colocó a Daisy en el suelo junto a Atka y se puso de pie. Miró a ambos perros y dijo: "No se metan en problemas mientras no estoy, alguien se levantará para llevarlos a caminar pronto".

Observó con una sonrisa cómo Daisy se acurrucaba junto a Atka antes de volverse hacia la puerta. Salió y chocó con Luna, que subía corriendo las escaleras hacia él.

Cuando empezó a caer hacia atrás, Harry se apresuró a alcanzarla y estabilizarla. Ella agarró su brazo con firmeza y miró por encima del hombro, escaleras abajo. "Whoa", dijo soltándolo "gracias".

"¿Estás bien?" preguntó Harry.

Luna asintió "Sí. Solo vine a buscarte, los concursantes están esperando en la sala de estar. ¿Ya tomaste tu decisión?"

"Sí", dijo Harry con una mueca. "Esta semana fue lastimosamente fácil".

Luna no respondió cuando empezaron a bajar los escalones.

Harry suspiró y sacudió la cabeza. "No sé por qué estoy tan molesto. Cuando acepté estar en el programa, sabía que no todos terminarían siendo adecuados para mí, pero supongo que solo tengo esperanzas".

Cuando llegaron al final de los escalones, Luna puso su mano sobre el brazo de Harry, evitando que entrara a la sala de estar. Se volvió hacia ella y le dirigió una mirada inquisitiva.

"Tienes razón Harry, cuando tratas con doce personas y esperas lo mejor, no hay muchas posibilidades de que todos encajen perfectamente contigo, pero eso es algo bueno. ¿Cómo encontrarías a la única persona que quieres?" ¿Se supone que deberías estar contigo si todos fueran perfectos para ti? El hecho de que una relación no funcionó no debería molestarte porque hay otros nueve chicos geniales parados en esa habitación y al menos uno de ellos va a ser el hombre perfecto para ti, así que no te detengas en esto. Solo te volverás loco".