"Los tiempos son duros cuando las cosas no tienen sentido. "
No era perfecta... Ese era el problema de Claudia... mi madre...
Se levanta cada mañana de la cama con una sonrisa. Su extenso y voluminoso cabello castaño claro se agita con sus movimientos cuando saluda con un abrazo a papá. Llena su taza de café y se sienta en un taburete de la isla, a veces frente a mí, a leer los mensajes de grupo de WhatsApp que tiene con sus amigas. Muestra sus hermosos dientes con una sonrisa mientras responde. Rara vez me saluda; si lo hace es gracias a papá que parece que la obliga a hacerlo, la actitud que mi madre muestra conmigo me pone de mal humor.
Para ser sincera, todo lo que se refiere a mi madre me pone de mal humor. A veces parece que intenta ponerse a mi altura sin entender nada de nada.
El día que papá se sentó en el living y me preguntó si ya había tenido relaciones, fue como si me tiraran un balde de agua fría.
-Es importante que me cuentes Sammy, porque... Bueno... Ya sabes enfermedades de transmisión sexual y embarazos que hay que prevenir.
Ay no, esto no me estaba pasando a mi. Por supuesto, me negué a responder.Mi madre estaba sentada en un sillón individual mirándonos seria.
Comentó que cuando la abuela le había hecho la misma pregunta cuando tenía mi edad y no había tenido problema en decir la verdad;. No me importaba lo que había hecho ella era perfecta, en cambio yo no podía decirles que nadie me querría jamás porque me llamaban "gorda". Mamá nunca entenderiá. De hecho, estaba segura de que respondería:
"Cuando tenía tu edad no pasaba eso, tenía un cuerpo esbelto". Porque claro ella siempre tiene que ser el centro de atención.
Mi madre tenía el cabello castaño, un poco largo, unos preciosos ojos miel y la belleza que a mí me faltaba. Mi pelo era igual al de ella, y mis ojos, verdes, pero los chicos tenían toda la razón: estaba gorda. Bueno, quizás un poco. Digamos que no tenía el cuerpo esbelto que mi madre solía alardear que tenía a mi edad.
Mi madre en su juventud solía ser porrista y tenía un historial académico excelente. Yo, en cambio, era un desastre. No había nada que hiciera que le gustara realmente. Me iba mal en literatura, y la física me aburría. Solía dormirme en la clase de historia e hice explotar un tubo de ensayo en química. ¿Gimnasia? !Uf¡ cada vez que tenía que asistir a ese infierno regresaba a casa con varios moretones en mi cuerpo por pelotazos. Un día, incluso, me taclearon y por lo que me pusieron un yeso.Fue mi culpa,claro, por despistada cruce por donde no debía.
Si, además de gorda,torpe.Y toda la secundaria estaba al tanto. Pero también era la hija de la directora, si, no me podía tocar peor destino. Y eso me mantenía a salvo de las burlas. Me criticaban, claro, y yo sabía con exactitud qué hablaban de mi. Pero al menos nunca me habían metido la cabeza en el excusado, ni esas cosas horribles que si le hacían a los otros.
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El chico Azul Cian
RomanceLlego cuando todo se estaba derrumbando en mi, llego con el primer rayito de la mañana, dando calidez en la oscuridad. Esta es la Historia de Samantha y Alonso, un amor fuera de lo común, pero como todos con altos y bajos.